26 de noviembre de 2024
El ruido blanco, una ayuda para el descanso cada vez más aceptado entre las Generación Z
Los sonidos uniformes se posicionan como aliados para el reposo de los más jóvenes. ¿Cómo balancear estímulos tecnológicos y tranquilidad nocturna?
En el estudio participaron mil adultos estadounidenses que respondieron si suelen usar ruido blanco u otros sonidos para dormir. La respuesta positiva de los integrantes de la Entre las generaciones que siguen a la Generación Z, los Millennials, nacidos entre 1981 y 1996, reportaron un uso del 41%, reflejando una afinidad menor, aunque significativa, con los beneficios del ruido blanco. Le siguen los integrantes de la Generación X, nacidos entre 1965 y 1980, con un 40%. Las cifras continúan disminuyendo en las generaciones más maduras: un 32% de los baby boomers y apenas un 9% de los integrantes de la Generación Silenciosa, nacidos entre 1925 y 1945, señalaron recurrir a este tipo de sonidos.
Esta progresión descendente en el uso según la edad evidencia cómo las costumbres relacionadas con el sueño se transforman junto con los cambios culturales y tecnológicos que han acompañado a cada generación. El El ruido blanco se ha convertido en una herramienta esencial para mejorar el descanso, especialmente entre la Generación Z, aunque sus beneficios abarcan a personas de distintas edades. Este tipo de sonido, definido por la mezcla equilibrada de todas las frecuencias audibles, genera un ambiente constante que ayuda a bloquear ruidos molestos o inesperados.Más allá del sueño, este tipo de ruido es utilizado para mejorar la concentración y reducir el estrés, ya que enmascara sonidos irregulares como el tráfico o las conversaciones. Este efecto relajante puede lograrse mediante dispositivos especializados, aplicaciones móviles o grabaciones de sonidos naturales, como lluvia o viento. Su capacidad de uniformizar el entorno acústico lo convierte en un recurso versátil para quienes buscan tranquilidad en medio de entornos ruidosos, consolidándose como un aliado.
El aumento en la dependencia de este hábito entre los miembros de la Generación Z puede explicarse desde el contexto digital en el que viven inmersos. Según Chelsea Perry, diplomática de la Junta Estadounidense de Medicina Dental del Sueño y propietaria de Sleep Solutions, esta generación ha crecido rodeada de una estimulación constante derivada de dispositivos electrónicos como teléfonos inteligentes y computadoras.
La exposición prolongada no solo afecta su capacidad de desconexión, sino que también influye en cómo perciben el silencio, muchas veces asociado a incomodidad. “El ruido blanco funciona como una barrera para sonidos molestos y crea un ambiente uniforme que el cerebro encuentra relajante”, explicó Perry a Newsweek.Los problemas relacionados con el sueño se encuentran entre las preocupaciones de salud más comunes en Estados Unidos, y el ruido blanco emerge como una alternativa accesible y eficaz frente a estos desafíos. Aunque su adopción se presenta con mayor fuerza en las generaciones jóvenes, el interés en este tipo de estrategias podría extenderse a otros sectores, dado su respaldo científico y su capacidad para mejorar el descanso en un mundo que no deja de sonar.