25 de noviembre de 2024
El carry trade, el dólar, el cepo, y la suerte del campeón
En el corto plazo, con un esquema de reservas netas negativas, liberar el cepo no parece una opción posible, ya que dejaría a la economía argentina al borde de una corrida cambiaria y también desprotegida ante una crisis internacional
Si bien el consenso general de los actores económicos es que se debería eliminar el cepo, sería más conveniente no hacerlo en esta situación de debilidad macroeconómica. En todo caso, pequeñas liberalizaciones pueden mitigar la tensión con el mercado, pero la eliminación total sería un acto temerario.
El programa económico del Gobierno tiene dos anclas claras: superávit fiscal, y tipo de cambio controlado con un crawling peg del 2%. Como toda decisión, esto tiene un costo. Y el costo de sostener el tipo de cambio es que la economía ha perdido competitividad internacional.Con los costos internos creciendo, el dólar “planchado”, y otras economías emergentes como México o Brasil devaluando para no perder competitividad, Argentina enfría su comercio internacional a un ritmo insostenible. El escenario es mucho peor si tenemos en cuenta que el triunfo de Donald Trump, en función de lo que fue su presidencia pasada y su plataforma de campaña, apunta a una política monetaria de fortalecimiento del dólar. Una tormenta perfecta que hace inevitable una corrección cambiaria.Ante este escenario, no parece desacertado comenzar a dolarizar carteras, al menos en un porcentaje. Si bien el carry trade puede seguir rindiendo hasta principios del 2025, una dolarización de cartera vía bonos, ON o Cedears, puede entenderse como una suerte de seguro ante una falla del programa económico.
En este menú, las empresas de primera línea realizan licitaciones primarias de ON que pueden, tranquilamente, ofrecer en promedio 7% de rendimiento en dólares. Los bonos argentinos hard dollar aún tienen rendimientos importantes, y en cuanto a los Cedears, si bien hay que ser más selectivos, es una gran opción en el largo plazo.El éxito del blanqueo, la liquidación de cosecha de este año y las buenas expectativas para la próxima, el triunfo de Trump y lo que eso puede significar en la asistencia del FMI, han sido hasta ahora como la atajada con el pie del “Dibu” Martínez a Kolo Muani en la final del mundial 2022. Resta ver si esta suerte lo sigue acompañando al gobierno en esta nueva etapa.