15 de noviembre de 2024
Daniel Burman: “Me preparé toda la vida para hacer la serie Iosi y enfrentar con arte este tiempo de antisemitismo y discursos del odio”
“Iosi, el espía arrepentido” dirigida por el cineasta argentino, competirá por segunda vez en los premios Emmy Internacional en Nueva York como “Mejor Serie de Drama”. En diálogo con Infobae, Burman se refirió a la cultura “hater” de las redes sociales y mostró una mirada optimista sobre el futuro del cine nacional
Todo esto fue el marco de época que amplificó el mensaje de Iosi. Y por eso mismo, el impacto de la serie dio una vuelta de 180 grados: pasó de ser un relato de “espías”, el género favorito de Burman a ser un documento audiovisual que relata con maestría hechos reales narrados en clave de ficción, con foco en dos hechos y las derivaciones más cruentas de la historia del antisemitismo en la Argentina, los atentados de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y Embajada de Israel, que se cobraron más de 114 muertos y mantienen una perturbadora sensación de impunidad.
También profundiza en asuntos personales, pero igualmente universales, como el amor, la confianza, la traición y la supervivencia.
El proyecto de Iosi fue posible gracias a una colaboración fluida en la dirección entre Burman y los otros directores Sebastián Borensztein y Martín Hodara. “Somos una especie de bestia tricéfala, pero muy pacífica, en la que bailamos una coreografía de tres directores en el set”, comentó Burman a Infobae.“Hubiera sido imposible si no combinamos tres personalidades que nos sentíamos cómodos dirigiendo, a los tres nos movilizaba la historia. Los tres sentíamos que que nuestra misión era contar Iosi. Personalmente, me preparé toda la vida para hacer esta serie y que todos los capítulos de Iosi justifican para qué me dedique a esto”, expresó.Daniel Burman es uno de los cineastas más destacados de su generación, un contador de historias que amalgama la sensibilidad del artista con la creación de un relato audiovisual atrapante. El cineasta dialogó con Infobae y habló a fondo sobre el transcurrir desde el inicio de la serie y como se siente ante esta segunda nominación a los Premios Emmy Internacional, a los que viajará junto a la actriz Natalia Oreiro para la gala en Nueva York.
“Es bastante inusual, inesperado, que una serie que tocaba una temática bastante compleja esté dos años consecutivos nominada”, señala Burman a Infobae, destacando el carácter único de la serie y el honor de representar a la industria en español en los Premios Emmy Internacional.
Para Burman, el proyecto comenzó como una exploración de la mente de un antisemita, una búsqueda que hoy dice haber dejado atrás: “No volvería a hacer la serie desde esa perspectiva, porque no me interesaría entrar en la mente de un antisemita. No es un fenómeno en el que perdería el poco tiempo vital que tengo en comprenderlo, sino en prevenirlo y contrarrestarlo”.Para él, el odio no surge del otro en sí, sino de la representación del otro como enemigo, un concepto que trasciende a los judíos, a cualquier religión o la etnia: “Uno siempre es el otro. Entonces, cuando el otro es una otredad constructiva y de relacionamiento, enriquece y cuando el otro es un enemigo, es cuestión de tiempo que uno caiga en ese lugar”.
Sobre una posible nueva temporada, Burman considera que Iosi “tuvo el final que merecía”. Para él, era importante mantener un equilibrio ético al contar hechos reales y respetar los elementos de la realidad que sustentan la trama. Continuar en un terreno de ficción pura, sin conexión con los hechos reales, hubiera sido un dilema, por eso no habrá nueva temporada.— ¿Qué lugar ocupa Iosi en el contexto sociocultural actual, sobre todo frente a lo que muchos consideran una creciente proliferación en distintas conversaciones públicas del antisemitismo y los discursos del odio y de cierta banalización de estos temas, especialmente en las redes sociales?
— Daniel Burman: Iosi es una serie contracultural en el sentido de que hoy el antisemitismo es, entre comillas, banal. Está irradiado básicamente en las redes sociales, pero también tiene otras manifestaciones, hoy el antisemitismo es un trabajo práctico que se ve en los campus de las universidades más importantes del mundo. El antisemitismo es una barbaridad que no hay que banalizar, sino que hay que tomar muy en serio. Pero no hablamos de La banalidad del mal a la que hacía referencia Hannah Arendt, sino la propia del canal por el que circula, una autopista de información cuya esencia es banal, como lo son las redes sociales. Pero las consecuencias no son banales, son básicamente el odio y la destrucción del otro. De una concepción del otro como un enemigo de la propia existencia.— Iosi aborda temas que han atravesado a Argentina en los últimos 50 años, como la impunidad y la corrupción. Y es algo con lo que aún hoy los argentinos seguimos lidiando. ¿Cuál es tu análisis?
En la serie no inventamos ni víctimas ni victimarios; nos basamos en los expedientes y pruebas existentes para construir la narrativa. De lo que habla la serie es la gran conspiración que atravesó Argentina. Como no nos pudimos poner de acuerdo para levantar un país, pero hubo un acuerdo de sectores impensados y una organización, una extraordinaria coreografía con un objetivo común que es la impunidad. Porque cuando el objetivo es la impunidad, los acuerdos son absolutos, porque están todos manchados de igual maneraCreo que ese fue el mecanismo que funcionó Argentina durante mucho tiempo, que es crear este manto de impunidad común, en el que a nadie le convenía que se rompa ese pacto. Tiene, a la vez, un efecto triste pero también un efecto de de esperanza. Creo que hay hay dos grandes signos de indiferencia que deberíamos poder superar, que es la indiferencia a la impunidad y la indiferencia al al dolor del otro. Esas son las dos claves para reconstruir un contrato social.
La banda sonora de la serie, a cargo de Federico Jusid , también juega un papel fundamental en la ambientación de época. “Es una composición magistral. Hay una oscuridad que se quiebra para dejar paso a la luz de los personajes que la tenían, pero muy oculta”, detalla Burman. En cuanto a la ambientación, trabajó con el director de arte Marcelo Salvioli en una recreación de época que priorizara la huella emocional sobre la exactitud histórica.
— ¿Cuál es tu visión sobre el vínculo entre la cultura y el poder en Argentina, cómo ves el momento actual y el futuro de la comunidad y de los hechos artísticos?A la vez creo que estamos atravesando un momento complejo, creo que estamos culturalmente destruidos como país, desmantelados. Tenemos que pensar a futuro es como comunidad artística y también como industria cultural, cómo dejamos de depender de los poderes de turno, dejamos de depender de la foto de campaña, del favor o de la dádiva. En fin, creo que tenemos que asumir que a la política, a toda la política, no le interesa la cultura.
* Fotos y video: Gastón Taylor - Nicolás Spalek