28 de diciembre de 2021
Murió "El Pollo" Farré, sinónimo de fotoperiodismo

Inteligente domador de palabras, silencios y miradas, sin cámara pero más aún con ella, "El Pollo" integró la excelsa generación de fotógrafos que debió quemar casi sin escalas etapas de avances tecnológicos imprevisibles hace apenas medio siglo.
Farré fue de aquellos que se lanzaron a la pileta del fotoperiodismo con el sistema analógico, rollos blanco y negro, cuartos oscuros, bateas con líquidos reveladores y fijadores, transmisiones de imágenes a través de ruidosos rodillos conectados a líneas telefónicas, para luego sumergirse en la novedad del color y, casi sin respiro, hundirse en las computadoras, los puertos USB, el pendrive, el chip, las cámaras digitales, el celular, el whatsapp y otras "modernidades" del mundo digital.
Así, lejos de estos tiempos modernos, "El Pollo" tuvo uno de los vértices de su carrera en la Guerra de Malvinas, en 1982, cuando fue uno de los fotógrafos enviados de la agencia Télam a las islas, junto con Román Von Eckstein y Eduardo Navone.
Allí, en medio del frío y el viento que congelaban cuerpos y vidas, supo también congelar imágenes que no pudieron huir a la garra impiadosa de los dictadores que solo pretendían mostrar un lado supuestamente brillante de una guerra que a priori consideraban perdida.
Uno de los periodistas de Télam enviados a Malvinas entonces, Diego Pérez Andrade, contó con delicada pluma detalles del regreso, tras la consumación de la derrota, y en varios tramos menciona a "El Pollo".
"Pasado el mediodía nos juntamos para almorzar en el comedor del buque y García Malod se preguntó si debíamos ocultar los cassettes con entrevistas que habíamos hecho durante los 74 días que pasamos en las Islas. Y también los rollos de fotos, tengo como 60 y sería una cagada que nos los afanaran", terció el Pollo Farré", continuó su relato Pérez Andrade.
Es que, decía, "el gobierno militar interceptaba y se incautaba de todo material periodístico que habíamos intentado introducir clandestinamente en el continente. Generalmente eran rollos de fotos, o en el caso de ATC cassettes de video (...)".
Pero "El Pollo", en esa y tantas otras ocasiones, como decía Pérez Andrade, se jugó por su trabajo.
El fotoperiodismo, con sus guardias interminables, con lluvia, con sol, con la marca indeleble de la camaradería, con muchos momentos de éxito y alegría, pero también con frustraciones y tristezas, fue su vida y así la transitó hasta que ahora se fue con la salud minada.