15 de noviembre de 2024
La mujer detrás del mejor sexshop del mundo: de su amor por el tantra a los talleres prácticos de sadomasoquismo

Francesca Gnecchi creó un espacio que combina la venta de productos con arte erótico y shows mensuales con perfomance de parejas
“Ya en 2023 habíamos estado entre los diez mejores, pero jamás me imaginé que iban a elegir a Erotique. Competimos con los grandes jugadores de Europa y Estados Unidos -admite Francesca-. Creo que vieron en nosotros algo distinto en nuestra propuesta”. El emprendimiento de Gnecchi no es un sexshop tradicional. “Intenté salir del clásico local oscuro o escondido dentro de una galería. Sitios a los que no se acercaban las mujeres, por ejemplo”, explica. La mujer armó un espacio erótico cultural único en América Latina. Se trata de unos 80 metros cuadrados ubicados en el corazón de Palermo Hollywood, entre cafés de especialidad y bares. Allí, se combina una galería de arte erótico, un espacio para el dictado de talleres de educación sexual y una boutique con artículos que van desde vibradores, lencería erótica hasta elementos para practicar BDSM, por ejemplo.
Gnecchi cumplió con las premisas que tenía para un sexshop. No lo quería de colores rojos o negros, ni escondidos en el fondo de una galería comercial rodeado de otros locales vacíos. Erotique Pink tiene mucha luz y estantes a la vista en los que se exhiben juguetes sexuales, máscaras y lencería. El piso es de cemento alisado y una puerta gigante y liviana permite el acceso a este mundo de fantasías sexuales. “Nosotros vendemos con asesoramiento. Muchos sexólogos recomiendan Erotique para las terapias. Yo o mis amigas probamos cada nuevo artículo que ingresa al stock para tener la experiencia de primera mano y poder contar cómo funciona con precisión”.Además, en los sexshops tradicionales los productos se exhiben en vitrinas muchas veces cerradas con llave o sin chance de poder tocarlos. “En Erotique Pink todo se prender y probar -cuenta Francesca-. Nosotros somos una guía en el negocio, pero al final el que elige es el cliente. También se puede experimentar toda la parte de cosmética, lubricantes, aceites y cremas”.Gnecchi quería especializarse, pero no convertirse en sexóloga. Entonces, cursó una diplomatura en el Centro de Estudios de la Sexualidad de Chile, focalizada en sexualidad humana. Luego, también hizo el posgrado de Periodismo Digital de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, TN y Google. Así, Francesca descubrió que además de escribir sobre sexo, podría crear un proyecto sustentable. “A mi blog sobre sexualidad, le incluí una sección de una tienda en la que empecé en el 2017 a vender algunos productos. Además, para esa misma época abrí Facebook e Instagram para subir contenidos. Así nació Erotique Pink”.
Durante la pandemia de coronavirus todo se aceleró y Francesca se dio cuenta que había un negocio para explorar. “Fue una explosión de ventas muy grande. Apenas se abrió la chance busqué este espacio para armar el sexshop que soñaba”, revela Gnecchi.El ingreso de Gnecchi al tantra significó un cambio en su vida que, a su vez, la impulsó a hacer crecer Erotique Pink, su emprendimiento. “Primero fui a un taller, como fuia muchos otros por mi curiosidad. Ahí descubrí en estas prácticas un mundo totalmente distinto, alejado de la sexualidad basada en la genitalidad. Me capacité y me convertí en facilitadora de sexualidad tántrica”, explica la mujer.
Cada mes, unas 300 personas se suman a los talleres de Erotique Pink, que suceden detrás de las cortinas que separan ese espacio exclusivo del negocio. El objetivo de Francesca es abarcar todo el abanico que existe de prácticas sexuales. Para eso, Gnecchi convocó a los referentes de cada área para que dicten talleres.” Empezamos con cuatro por mes y hoy somos una especie de escuela donde a la gente le genera confianza asistir. Hacemos talleres para parejas, para personas mayores, para la comunidad LGTB, incluso para gente con discapacidades. También tenemos opciones más lúdicas para despertar la parte sensorial. En todos fomentamos la comunicación, el consentimiento y el respeto hacia el cuerpo del otro, ya que en muchos hay interacción en duplas”, explica la mujer.Los precios de los talleres arrancan en 18.000 pesos. “La dinámica es de mucho respeto en lo que sucede en esas clases. Nadie se sobrepasa, ni hace algo indebido. Todo se aclara desde el principio - explica Francesca-. Hacemos encuentros para parejas, para la comunidad LGTB, incluso para gente con discapacidades y para los que quieren probar el poliamor también >Detrás de esos cortinados oscuros, en un espacio amplio una vez por semana se dan clases de masturbación. “En este caso, es un taller práctico también. Cada persona experimenta con su cuerpo, mientras sigue las indicaciones de la persona a cargo >Francesca, en tanto lidera otro taller de sexo tántrico. Allí, los que concurren también tienen una clase práctica de caricias y de cómo dejar la genitalidad de lado en el momento de tener un encuentro con otra persona. Los talleres, además, de espacios de juego y conocimiento sexual, son también momentos para conocerse con otras personas. “Funciona como un tinder cara a cara -explica Francesca-. Cuando empecé con el proyecto pensé que solo iba a ser para mujeres, pero hoy el público es combinado entre ambos sexos. Y lo interesante es que las personas que podés encontrar acá con total seguridad tienen una cierta apertura y deconstrucción. A los que ya vienen en pareja les suele pasar que descubren algo que no sabían que a su pareja le gustaba o que después de hacer algún taller se animan a tener nuevas charlas >Otro de los eventos muy esperados de este sexshop, es el Erotique Experience. Esa noche, el espacio se convierte en una especie de teatro del sexo. “Hay mesitas, servimos buenos vinos y mientras tanto se dan los shows que pueden ser de BDSM hasta sexo tántrico con dos participantes