13 de noviembre de 2024
Una banda distribuía imágenes de abuso sexual infantil desde dos búnkeres instalados en la cárcel de Florencio Varela
Creen que los internos implicados pedían a las víctimas fotografías y videos para, luego, extorsionarlas. A la vez, enviaban el material a presos de otras unidades. El caso se descubrió en el marco de un megaoperativo contra delitos sexuales
En tanto, en otro procedimiento realizado en La Matanza, se encontraron pintadas en la pared de una nena que, creen, era abusada por su padre, también señalado por la distribución de aberrantes imágenes de menores de edad.
La acción, que fue coordinada desde la Secretaría de Política Criminal, por el Departamento de delitos conexos a la Trata de personas, pornografía infantil y grooming de la Procuración General Bonaerense, alcanzó a más de 140 propiedades situadas en diferentes localidades. Entre ellas, Avellaneda, Lanús, Azul, Bahía Blanca, Tres Arroyos, Dolores, Junín, La Matanza, La Plata, Lomas de Zamora, Esteban Echeverría, Ezeiza, Mercedes, Moreno, General Rodríguez, Morón, Necochea, Pergamino, Quilmes, San Isidro, San Martín, San Nicolás, Trenque Lauquen, Zárate-Campana y Tucumán.En los allanamientos participación efectivos y expertos pertenecientes a la Dirección de Investigaciones en Cibercrimen de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, la División de delitos cibernéticos contra la niñez y adolescencia de la PFA, la Dirección de Cibercrimen de la Policía de la Ciudad de Buenos y las DDI y DUOF de diferentes jurisdicciones.
El caso recuerda al de un hombre que fue detenido en septiembre de 2023, tras una investigación realizada por la Fiscalía Nº 5 de Morón, a cargo del fiscal Claudio Oviedo, por delitos contra la integridad sexual de menores de edad. Tras el arresto, el acusado seguía amenazando a las víctimas y extorsionándolas desde la cárcel, a través de un celular.El contacto con la víctima comenzó cuando ella tenía doce años. Aprovechándose de su inmadurez sexual, “logró controlarla emocionalmente mediante manipulación y halagos para obtener su confianza”, indicaron los investigadores. Luego, la obligó a producir fotografías y videos de sus genitales con fines predominantemente sexuales.