9 de octubre de 2024
Griselda Siciliani y Carlos Casella revivieron su química sobre el escenario
Tras varios espectáculos compartidos sobre las tablas, rememoraron uno de sus clásicos y emocionaron al público
>En el marco de la noche porteña, el restaurante Santa Evita vibró con la presencia inigualable de La historia entre Casella y Siciliani se remonta muchos años atrás, cuando él la descubrió como su maestro de danza. Desde entonces, su relación fue un viaje artístico compartido, un vínculo profundo que mutó y evolucionó con el tiempo, tal como él mismo lo relataba: “Con Gri tengo una historia, como una relación que fue cambiando. Fui su maestro de danza hace como 20 años, muy chiquititos, y luego empezó con su carrera en la tele y su ascenso fue inmediato”, destacó en una charla con el ciclo MShow (Ciudad Magazine).Después de aquellos primeros días, llegó el tiempo de comenzar a trabajar juntos, y ese debut fue en la obra Corazón idiota, en la que Siciliani compartió cartel con Carla Peterson. Tras ello, llegarían los espectáculos en que ambos subían a las tablas, en los que demostraron ser más que compañeros de escena; su conexión es casi matrimonial, en palabras de Casella: “Somos como un matrimonio, sin sexo, un matrimonio artístico”.Este matrimonio artístico, como él lo describe, se basa en una complicidad que trasciende lo evidente. “Somos amigos, camaradas y confidentes, como decimos. Las cosas que ella sabe de mí y que yo sé de ella”, rememora, apenas dejando abierta la puerta de la sobre esos secretos. Ambos conocen profundamente las virtudes y debilidades del otro, y esa química se traduce en una “calentura” que, según Casella, los “lubrica en escena”. No es la primera vez que sus caminos se cruzan de esta forma inesperada, pues ya en otras ocasiones, Siciliani sorprendió apareciendo en los conciertos de Casella. Siempre sin planes previos, siempre sin un guion que los limite: “Cuando hago mis conciertos solo, ella siempre viene a cantar si tiene un tiempito”, explicó sobre la informalidad de la situación, pero siempre con la certeza de que “salen unas cosas buenísimas”, gracias a la química existente.La presentación en el restaurante concert no solo dejó esa chispa en el aire, sino que encendió aún más las expectativas para lo que vendrá. El próximo show de Carlos Casella en el mismo recinto ya tiene fecha: el 28 de octubre. Con este anuncio, las miradas se dirigen nuevamente a esa unión, esperando quizás otro destello imprevisto , otra aparición de Griselda Siciliani , para seguir reavivando una de las duplas más vibrantes del teatro y la música contemporánea. En su voz, en sus gestos, en cada movimiento que comparten sobre el escenario, Casella y Siciliani parecen no solo revivir una historia pasada, sino también proyectar el eco de algo más profundo: una amistad, un entendimiento tácito que atraviesa lo profesional. “Somos amigos, camaradas y confidentes” expresó Casella, y las palabras cobran vida ante la energía palpable que despliegan cada vez que se encuentran bajo las luces, como si en ese espacio íntimo y efímero que es el escenario, podrían revelar lo que de otro modo quedaría velado. El público, expectante, solo puede esperar que esta chispa siga encendiendo nuevas llamas.