29 de septiembre de 2024
El Gobierno y la política ya pasaron la página de la pobreza, pese a la cifra dramática y a la peor señal como tendencia
El salto de los datos oficiales es alarmante en el primer semestre de Milei. Y profundiza la línea de deterioro que incluye a CFK, Macri y Alberto Fernández. Sin embargo, no hay debate serio. Se registraron unas pocas declaraciones para descargar responsabilidades y alguna chicana
El trabajo en cuestión ocupa 28 páginas, con desagregados por áreas geográficas, edades, evolución de las canastas básicas y otros datos que exponen el estado de la mitad de la población, aún con las limitaciones de este tipo de estadística, en base exclusivamente a ingresos para establecer las líneas de indigencia y de pobreza. La información de sucesivos trabajos -salvo la etapa oscura del organismo oficial en la segunda etapa de CFK- añade la posibilidad de analizar la caída como secuencia y sus efectos, algo que no descarga la responsabilidad presente.
En medios del oficialismo señalan que después del primer semestre -el período medido por el INDEC en el informe de pobreza- y sobre todo en agosto y septiembre, aparecen números sobre cierta recuperación económica, desparejos según la actividad. También, una mejora de los salarios respecto de la inflación acumulada desde enero, aunque no en la interanual y de modo diferente en la actividad privada registrada, en el sector público y en el ámbito de la informalidad.
La línea argumental sobre el costo social de la última gestión peronista/kirchnerista y sus estribaciones fue sostenida en lugar destacado por Mauricio Macri, que apuntó contra las “consecuencias del populismo” y el “desquicio económico” del kirchnerismo. Por debajo, se anotaron cruces en redes sociales. El mayor ejemplo del intento de despegar de cualquier responsabilidad quizá haya sido el de Victoria Tolosa Paz: “Todo tuyo, Milei”, fue su frase. Y el intercambio de chicanas exhibió a Juan Grabois y Patricia Bullrich.
El crecimiento de la pobreza en el primer semestre de este año marcó más de 11 puntos porcentuales respecto de lo ocurrido en el 2023. En esta primera etapa de Milei, expuso un registro similar a los años de salida de la crisis del 2001. Fue un salto alarmante, que a la vez confirmó la constante de los últimos gobiernos, de diferente color político: el aumento respecto de las gestiones anteriores y la consolidación de la pobreza estructural en escalones cada vez más altos.Puesto en cifras y en línea de tiempo, los datos son expresivos. CFK marcó una mejora en su primera etapa, que terminó con un 25,9%, y en su segunda entrega empeoró las cifras. En medio del apagón impuesto al INDEC, otros estudios indican que terminó con algo más de 30 puntos. Macri arrancó en ese escalón y -luego ya de normalizar las mediciones oficiales- traspasó el gobierno con 35,5%.
Volvió a empeorar en el ciclo de Alberto Fernández y CFK: concluyó con 41,7%. Es cierto que según la norma deben ser comparados iguales semestres, pero en cualquier caso no cambia el panorama con lo que acaba de ser informado sobre los primeros seis meses de Milei, una escalada que llega al 52,9%. Es posible que, si resulta positiva y sostenida la ecuación entre ingresos e inflación -en rigor, las canastas básicas-, mejoren los índices.Eso, con un añadido que expone la gravedad del deterioro: el nivel cada vez más alto del piso que marcan los relevamientos. Desde hace veinte años, la pobreza se anota por encima del 25%. Y desde 2018, no baja de los 30 puntos.
Como se ve, nadie puede declararse ajeno, dentro y fuera de lo que se denomina como “la” política.