29 de septiembre de 2024
El papa Francisco exigió a los obispos que no encubran los abusos en la Iglesia: “Que se juzgue al abusador”
Durante una misa en Bélgica, el pontífice afirmó que en la reunión con personas abusadas en Bruselas, sintió “el sufrimiento”. Además, aseveró: “El mal no se puede ocultar: el mal hay que sacarlo a la luz”
”Pensamos en lo que ocurre cuando los pequeños son escandalizados, heridos, maltratados por quienes deberían cuidarlos, en las heridas de dolor e impotencia en primer lugar en las víctimas, pero también en sus familias y en la comunidad”, agregó el papa en su homilía.
”Pido a todos: ¡no encubran los abusos! Pido a los obispos: ¡no encubran los abusos! Condenen a los abusadores y ayúdenlos a curarse de esta enfermedad del abuso”, agregó.
”Y que se juzgue al maltratador. Que se juzgue al abusador, sea laico, laica, sacerdote u obispo: que se lo juzgue”, añadió el papa que recibió en la nunciatura a 17 víctimas belgas.
A su llegada Francisco recorrió el estadio en papamóvil entre el entusiasmo de los fieles, sobre todo de los miles de jóvenes que habían sido colocados al borde del recorrido y detuvo el vehículo en varias ocasiones para besar a los niños y bebes.Según las estadísticas de la Iglesia, poco más del 40% de los belgas se consideran católicos, y las personas que van a misa los domingos han bajado considerablemente y no llegan al 10 % y como en el resto de europa crece la secularización.En la misa a la que asistieron los reyes Felipe y Matilde y varios miembros de la familia real, el papa también invitó a rechazar el egoísmo, “que como todo lo que impide la caridad, es escandaloso porque aplasta a los pequeños, humillando la dignidad de las personas y sofocando el clamor de los pobres”.
Citó como ejemplo “la condición de tantos indocumentados, son personas, hermanas y hermanos que como todos sueñan un futuro mejor para sí y para sus seres queridos, y en cambio a menudo no son escuchados y terminan siendo víctimas de la explotación”.
”El clamor de los pobres no se pueden ignorar, no se pueden cancelar, como si fuesen una nota desafinada en un concierto perfecto del mundo del bienestar, ni se pueden atenuar con alguna forma de asistencialismo de fachada”, subrayó.