26 de septiembre de 2024
¿Qué pasó con la casa de los hermanos Menéndez?, donde hace 35 años sucedió un terrible crimen
La lujosa villa estilo mediterráneo en Beverly Hills, donde Lyle y Erik asesinaron a sus padres, se puso a la venta a finales del año pasado y en pocos meses encontró un comprador
Los Menéndez no pudieron disfrutar de esta exclusiva zona por mucho tiempo. Tan sólo un año después de mudarse, un homicidio alteró la tranquilidad del vecindario: los hijos del vicepresidente de RCA Records le dispararon a él y a su esposa mientras estaban en la sala de televisión.
La casa que habitaban los Menéndez fue reacondicionada en 1984, sólo cuatro años antes de convertirse en su hogar; el ejecutivo pagó cuatro millones de dólares por ella.Entró al mercado poco después del crimen, sin embargo, permaneció listada durante un par de años, hasta que finalmente se vendió en 1991 por 3.6 millones, menos de lo que José Menéndez pagó por ella.En 2001, Sam Delug, un empresario del ramo de las telecomunicaciones, compró el inmueble por 3.7 millones de dólares y un año después llevó a cabo la última renovación de la villa.
La casa salió al mercado nuevamente en diciembre de 2023, ahora listada por unos 20 millones de dólares. De acuerdo con Realtor, la propiedad se vendió por 17 millones en marzo pasado, es decir, por debajo del precio estimado.La noche del 20 de agosto de 1989, Lyle y Erik le dispararon a sus padres con dos escopetas en la casa marcada con el 722 de North Elm Drive, en Beverly Hills. Tras el funeral, los hermanos Menéndez, de entonces 19 y 21 años, comenzaron a gastar su herencia. El menor confesó el crimen a su psicólogo, lo que eventualmente condujo a su captura.Mientras el proceso avanzaba, la defensa sacó a la luz una serie de acusaciones de violencia física, emocional y verbal cometidas por José en contra de sus hijos, sin embargo, las más graves fueron las de abuso sexual. Con lágrimas en los ojos, los hermanos narraron cómo desde muy pequeños fueron violados por su padre, todo con el conocimiento de su madre.
Los testimonios de los hermanos Menéndez ante la Corte fueron crudos, Lyle reconoció que una vez él también abusó de su hermano de la misma forma en que lo hacía su padre, que solía penetrarlos con objetos, como cepillos de dientes.Los abogados de Lyle y Erik alegaron que temían por su vida y no estaban mentalmente estables en el momento en que cometieron el crimen, por lo que esto debía considerarse como una atenuante. El primer juicio contra los jóvenes se declaró nulo.
Los hermanos siguen en prisión. Aunque originalmente fueron enviados a prisiones diferentes, desde el 2018 los dos están recluidos en el centro correccional Richard. J. Donovan, en San Diego, lo que les permitió convivir nuevamente.
Todos los reflectores volvieron sobre ellos debido a la docuserie de Netflix: “Monstruos: La Historia de Lyle y Erik Menéndez”, criticada por hermanos, quienes aseguran que presenta una visión sesgada que minimiza los abusos que sufrieron y el miedo que, según ellos, los llevó a cometer el homicidio. La serie de Ryan Murphy hace insinuaciones sobre una relación incestuosa, lo cual también ha sido negado por ellos.El cantante Roy Roselló reveló que había sido abusado sexualmente por Menéndez en la casa del alto ejecutivo de RCA. Afirmó que al llegar a la reunión le dieron una copa de vino, luego perdió el conocimiento y al despertar en su habitación de hotel tenía dolor y estaba sangrando.
Estas declaraciones hicieron que los abogados de los hermanos Menéndez pidieran que se revisara nuevamente su caso y sentencia, ya que el testimonio constituye un elemento de prueba de la pedofilia de su padre y de que ellos fueron víctimas que actuaron ante el temor de morir.