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22 de agosto de 2024

La peligrosa y violenta escena de Kill Bill que quebró para siempre la relación entre Quentin Tarantino y Uma Thurman

Durante la filmación de la secuela del filme, la actriz vivió un episodio que dejó heridas físicas y emocionales permanentes

>Corría el año 2003 y en Desde que se conocieron en 1992 durante el Festival de Sundance, la relación entre Sin embargo, esa relación especial tuvo un precio alto. En el set de Kill Bill: Volumen 2, Uma Thurman estuvo a punto de perder la vida en un accidente que pudo haberse evitado. Tarantino, conocido por su meticulosidad y por exigir lo mejor de sus actores, tomó una decisión que marcaría un antes y un después en su amistad con Thurman.

El sol comenzaba a ocultarse en un paraje desierto de México cuando Tarantino insistió en que Thurman debía realizar una escena de conducción peligrosa por sí misma. A pesar de que la actriz expresó su miedo y pidió que se utilizara una doble de riesgo, Tarantino se negó. Quería capturar el movimiento del cabello de Thurman al viento mientras conducía un Karmann Ghia descapotable a través de un camino serpenteante.

Te prometo que el auto está bien, es un vehículo seguro”, insistió Tarantino, según relató Thurman en una entrevista con el New York Times. La confianza que la actriz había depositado en su director durante años la llevó a aceptar, a pesar de su intuición de que algo podría salir mal.

El impacto fue brutal. Thurman quedó atrapada en el interior del vehículo con el volante incrustado en su estómago y las piernas inmovilizadas. El dolor era insoportable. En esos momentos, la actriz pensó que no volvería a caminar. La escena, captada por una cámara montada en la parte trasera del auto, muestra a Thurman luchando por mantener el control antes de que la pantalla se vuelva negra con el choque.

El equipo corrió para rescatarla y fue trasladada de inmediato al hospital. Las lesiones fueron serias: daños en las rodillas y una lesión en el cuello que la afectaría de por vida. “Pensé que me había roto la espalda”, recordó Thurman tiempo después.

Pero el dolor físico no fue lo único que dejó el accidente. Lo que siguió fue una traición que hirió profundamente a Thurman. Después del incidente, la actriz solicitó ver las imágenes del accidente, con la intención de tomar medidas legales si era necesario. Sin embargo, Tarantino y los productores de Miramax, Harvey Weinstein, Lawrence Bender y Bennett Walsh, se negaron a entregárselas. Temían que el material se convirtiera en una prueba en su contra en un juicio millonario.

Mintieron, destruyeron evidencia y continúan mintiendo sobre el daño permanente que causaron”, escribió Thurman en su cuenta de Instagram en 2018, cuando finalmente decidió hacer público lo sucedido. El acto de ocultar el video no solo rompió la confianza entre la actriz y el director, sino que también desencadenó una batalla legal que duraría años.

El incidente fue un reflejo más de los abusos de poder en Hollywood, que años después saldrían a la luz con el movimiento #MeToo. Thurman fue una de las primeras en hablar sobre los abusos de Weinstein, pero el trauma de haber sido traicionada por Tarantino, un hombre al que consideraba un amigo cercano, fue devastador.

El director, por su parte, reconoció su error años después. “Le dije que estaría bien. Le dije que la carretera era toda recta. Le dije que sería seguro. Y no lo era. Estaba equivocado”, admitió Tarantino en una entrevista con Deadline.

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