19 de agosto de 2024
Javier Sotomayor cuenta detalles de su amistad con Maradona: de la pieza de museo que le regaló a Diego al tesoro de Messi que guarda en su “altar”
El mítico atleta cubano aún ostenta el récord de salto en altura que logró en 1993. Su mirada sobre los Juegos Olímpicos de París y el vínculo con Pelusa: “Me pegó duro su fallecimiento”
El 27 de julio de 1993, el “Príncipe de las alturas” (su otro apodo) pasó a la historia con aquel salto de 2.45 metros, legado que aún es inalcanzable para varias generaciones de saltadores que llegaron tras él. “Le regalé en su momento a mi amigo Maradona una de las zapatillas que usé ese día histórico en mi carrera. La otra la tengo yo en el altar que tengo en mi casa junto a varias camisetas que me regaló Diego”, revela el cubano que generó una amistad cercana al astro argentino cuando vivió en La Habana.
- ¿Qué es de su vida, Javier?
- ¿Qué le dejaron los Juegos Olímpicos de París 2024?
- Los disfruté en vivo y en directo, y fue una linda experiencia por todo lo que hice y el trabajo que llevé adelante junto a los deportistas cubanos que participaron. Fui a muchos eventos. Todas las olimpíadas tienen sus cosas buenas y malas, y cosas desagradables. Por suerte, no me ha sucedido nada malo. Por obvias razones, las competencias de atletismo fueron las que más observé. La que más disfruté fue la final de salto de altura.- Me sorprendieron algunos que pensé que iban a dar más y no lo fueron. Y otros a los que no les tenía fe y terminaron siendo oro. Por lo general, la mayoría de los que ganaron ya estaba previsto que ganasen. Pero no hubo uno que haya pasado desapercibido, por lo menos en la disciplina que más conozco que es la de atletismo.
- Mas allá del salto en altura, ¿qué otra disciplina disfrutó?- Todavía nadie puede batir su récord de 2.45 metros logrado en el Mundial de Salamanca 93.
- De momento, nadie. Con seguridad, algún día un deportista va a batir mi récord. No puedo saber cuándo ni quién, pero llegará ese momento. Llevó 31 años con esa marca registrada y la suerte de mantener un récord mundial. Pero alguien saltará más que 2.45 metros.- Me sentía muy bien. No estaba convencido de que lo iba a lograr, pero sí tenía mucha seguridad de convertirme en el campeón del mundo de salto en altura. Lo más importante de todo es sentirse bien para poder dar el salto.
- ¿Fue el día más importante de su carrera?- ¿Por qué cree que todavía no se batió su récord mundial?
- No lo sé. Lo que sí estoy seguro es que viví el momento más importante de mi carrera en salto de altura, y eso me ayudó mucho a ser campeón del mundo, además de haber conseguido ese récord que hoy en día sigue vigente. Hubo saltos de muy buena calidad que han estado cercanos a los 2.45 metros, pero no pudieron todavía batir mi marca.- Mucho talento. El tema deportivo en el país ayuda mucho también a que se puedan desenvolver sin problemas. Desde muy chiquitos, los niños practican deportes y siempre piensan en superarse día a día.
- Sí. Tuve seguimiento a José Maligno Torres de la BMX Freestyle. Vi sus competiciones por televisión y me sorprendieron.
- Fui en varias ocasiones. Estuve en Mar del Plata en los Juegos Panamericanos. Previamente también de visita y estuve en la despedida de Diego Armando Maradona en La Bombonera. Fue el último partido de Diego en el estadio de Boca. La pasé muy bien. De hecho, la última vez que estuve en Buenos Aires me hospedé en el hotel de Boca, y pedí dormir en la habitación que tiene la réplica de Maradona. Cuando llegué al hotel, pedí por favor que me dieran esa habitación, la número 10 y accedieron. Me dormí mirando la réplica de Maradona, de mi amigo Diego, ya que compartimos varias vacaciones.
- Cuando fue él a Cuba primero a recibir un premio como futbolista destacado de América, y nos saludamos. La segunda vez estuvimos compartiendo tiempo donde él se hospedó. Entonces, cada vez que iba a La Habana, nos veíamos.
- Sí, fuimos juntos a Santiago. Tuve la oportunidad de acompañar al Diego en el entierro de Fidel y para mí ese día fue de los más inolvidables. Pero no solo por estar ahí, sino por acompañar a Maradona que me pidió que fuera.
- Sí. Tiene una de mis zapatillas, la otra la conservo yo. Recuerdo que hicimos un intercambio la primera vez que nos vimos. Él me dio una de sus camisetas de la Selección y yo le regalé una casaca del equipo nuestro de atletismo. A partir de ese momento, cada vez que nos veíamos, me regalaba una camiseta. Y al mismo tiempo, le entregué una de mis zapatillas. De Maradona conservó tres camisetas de la selección argentina.
-La otra zapatilla de aquel día histórico en Salamanca, las camisetas de Maradona, toda la ropa y el short que me puse el día del récord. Algunas otras camisetas de fútbol, del Real Madrid que me dieron con la firma de todos los Galácticos, y otra más reciente de hace dos años, con la firma de los integrantes del plantel del Real. También, de compatriotas cubanos que compitieron en diferentes disciplinas y conservo un balón de Lionel Messi firmado por él. Todavía no tuve la oportunidad de estrecharle la mano ni cruzármelo, pero no faltará ocasión para saludar a Messi.
- ¿Cuándo fue el último día que vio a Maradona?- ¿Alguna vez probó con jugar al fútbol o siempre quiso dedicarse al salto en altura?
- ¿Cuál era su meta ni bien arrancó con el atletismo?
- Para un deportista, ¿qué significa representar a su país en unos Juegos Olímpicos?
- ¿Cómo ha digerido con el paso del tiempo lo que le sucedió con el dopaje sufrido en los Juegos Panamericanos de Winnipeg 1999?