19 de agosto de 2024
Recalculando el escenario económico: el cepo y la brecha podrían mantenerse hasta las elecciones de 2025
Las reservas netas volverían a ser 10.000 millones negativas para fin de año y el Gobierno interpreta que sería muy arriesgado levantar los controles cambiarios con un Banco Central tan débil. Apuestan al superávit fiscal para bajar el riesgo país y el impuesto PAIS bajaría finalmente el 1 de septiembre
Muchos economistas tenían como escenario, y algunos lo mantienen, que la liberación de los controles y la unificación cambiaria llegará en el cuarto trimestre. Pero otros creen que la idea de liberar el cepo a fin de año ya podría ser más un tema de 2025 que de 2024.
Considerando que el objetivo primordial que se impuso Milei es bajar la inflación, un rebote significativo implicaría un alto costo para un gobierno todavía débil políticamente.
Ante la disyuntiva de continuar la senda de desinflación en los próximos meses o privilegiar la salida del cepo cambiario pero asumiendo un repunte de los precios, todo indica que el Gobierno se volcó por la primera opción.Aunque ya desde el equipo económico no lo mencionan, el motivo principal para estirar sin fecha la eliminación del cepo es la alarmante escasez de dólares, que mantiene al Banco Central en una situación de gran vulnerabilidad.Un informe de la consultora Equilibra concluye que “las reservas netas terminarían el año rozando los USD 10.000 millones negativas, las líquidas en dólares perforarían los USD 7.000 millones”. Estas estimaciones están en línea con las de otras consultoras económicas, como Eco Go.El panorama luego de fin de año se presenta comprometedor. Habría todavía que enfrentar la amortización de capital de bonos en dólares en enero por USD 2.900 millones y los pagos de capital e intereses de julio por otros USD 4.500 millones.
Para colmo, la soja cayó en los últimos días por debajo de USD 350 la tonelada, lo que compromete el ingreso de divisas por exportaciones previstos para el año próximo.Ante semejante debilidad, es lógico que los inversores se mantengan muy cautelosos. Los bonos recuperaron en las últimas dos semanas y el riesgo-país perforó los 1.500 puntos básicos. La mejora se produjo en buena medida por un contexto internacional que arrojó buenas noticias sobre todo en Estados Unidos y es inminente la baja de tasas.Sin embargo, el Gobierno precisa que el riesgo país baje de los 1.000 puntos como mínimo como para empezar a soñar con un regreso a los mercados. Esto permitiría refinanciar la deuda a tasas razonables y ya no precisar de acumular dólares para enfrentar los vencimientos.Ése sería el momento indicado para salir del cepo sin mayores sorpresas, ya que los dólares frescos que precisa el país vendrían de parte de los inversores locales y extranjeros.El plan ahora pasa por insistir con asegurar el superávit fiscal en el Presupuesto 2025. Mantener el equilibrio de las cuentas públicas debería ser un argumento fuerte -al menos desde la mirada oficial- para seducir a los inversores.
Pero es posible que al final del día los mercados opten por esperar el resultado de las elecciones legislativas para empezar a convencerse de un cambio que en la Argentina esta vez no tendrá marcha atrás. Con Mauricio Macri ya se comieron el amague. Ni siquiera el triunfo en la elección de medio término permitió consolidar al gobierno y dos años después volvía el kirchnerismo.Mientras tanto, está el desafío de encaminar la recuperación económica. Por ahora hay señales de rebote, pero no llegan a ser robustas. Es cierto que los ingresos están ahora aumentando más rápido que los precios, pero el camino a recorrer es enorme. En los últimos doce meses la inflación acumuló una suba de 263%, pero los salarios medidos por INDEC solo lo hicieron un 216 por ciento.
Recuperar la economía sin emisión monetaria, con ajuste fiscal, y apostando a la inversión es posible, pero llevará mucho más tiempo. La falta de dólares es un condicionante adicional.En los próximos días el equipo económico terminará de definir la rebaja del impuesto PAIS, de 17,5% a 7,5%. La decisión es que sea en septiembre, pero aún no se determinó si será en el arranque del mes o al final. La intención de Caputo es que ocurra desde el 1 de septiembre, pese a que no está claro todavía si el paquete fiscal (blanqueo, moratoria, Ganancias y Bienes Personales) alcanzará para compensar la pérdida de recaudación ya desde el mes próximo.