12 de agosto de 2024
La sombra de Putin en Argentina: el dossier secreto de los espías ilegales que operaron en el país y el temor a una infiltración masiva
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Infobae accedió a un informe que revela cómo actuaron los agentes que vivieron años en Buenos Aires, fueron detenidos en Eslovenia y los recibieron con honores en Moscú. La oleada migratoria que preocupa al Gobierno y un acuerdo vulnerado por Rusia que sigue vigente
“No hay que confundirse. Argentina favorece esta oleada porque tiene el convenio de 2009 que permite ingresos sin visa. Es un destino fácil, que cualquier ruso puede utilizar si quiere irse. Pero los ingresos que representan más peligro no son los que pasan por Migraciones con el pasaporte ruso. Los más peligrosos son aquellos que entran con pasaportes de los países de la ex Unión Soviética o que formaron parte del Pacto de Varsovia, como pueden ser de Kazajistán o Albania”, explicó a Infobae una de las fuentes consultadas que pidieron mantener la identidad en reserva.
Es una aclaración pertinente porque, de hecho, los dos espías que fueron recibidos por Putin con una guardia de honor en el aeropuerto gubernamental moscovita de Vnukovo habían ingresado al país con pasaportes de México y de Austria, y con otras identidades que nada tenían que ver con Rusia: ella se hacía llamar María Rosa Mayer Muños, nacida supuestamente en Grecia; y él Ludwig Gish, nacido en teoría en Keetmanshoop, Namibia.En las radicaciones temporarias hay un recorrido similar: en 2020 hubo sólo 32 pedidos, luego 30, posteriormente 740 y, el año pasado ocurrió un aumento impresionante de 3.042 trámites iniciados. Y entre enero y julio de 2024, ya se cursaron 1.053 pedidos. Más allá de que las solicitudes de residencia transitoria fueron mucho menores (apenas 456 en los últimos cuatro años y medio), el informe de la Dirección Nacional de Migraciones confirma que en este período hubo casi 12 mil pedidos de radicación. El más alto, fuera de los pedidos de países vecinos.
Dentro del fuero federal Civil y Comercial se tramitan pedidos para acceder a la ciudadanía argentina. Como reflejan los datos de Migraciones, en este último tiempo hubo una explosión de pedidos de nacionalidad. Fuentes de extensa trayectoria admitieron que se registró en la actualidad un pico que hace recordar al que se dio frente a la caída del Muro de Berlín y el inevitable derrumbe de la Unión Soviética que le sobrevino.El año pasado el tema tuvo amplia difusión en los medios por los casos de embarazadas provenientes de Rusia que llegaban a pocas semanas de la fecha de parto, con el objetivo de dar a luz y obtener el documento argentino para el recién nacido y, por consiguiente, para la madre. El tema fue abordado por el periodista Omar Lavieri en “Venían chicas rusas embarazadas en la semana 35 a 36 con visa de turista, nacía su hijo, se le otorgaba la nacionalidad argentina porque nacía en territorio argentino y después sus padres conseguían, vía excepción, la ciudadanía argentina y el pasaporte, que es el verdadero objetivo de todas estas maniobras”, explicó la fuente judicial consultada por Infobae para esta nota. El mismo informante reconoció que es una práctica que “pone en riesgo la calidad del pasaporte argentino, que hasta ahora es reconocida en el mundo entero”.
Hasta acá el bosque.Artiom Dultsev y Anna Dultseva, que durante 10 años se hicieron llamar Ludwig Gish y María Rosa Mayer, son los espías rusos de Vladimir Putin que fueron liberados el 1 de agosto tras unAcá empieza la descripción del árbol, que por el detalle y los datos que trascendieron, exponen un modus operandi que se desarrolló en sigilo en Argentina sin que las autoridades nacionales tuvieran eficacia para evitarlo.¿Qué hace un espía? ¿Para qué están en Argentina? ¿Por qué tantos rusos? ¿Qué valor tiene el país para Putin? Son algunas de las preguntas inevitables que surgen de confirmar que los rusos que durante años vivieron en Argentina fueron los suficientemente importantes para que, al ser descubiertos y quedar detenidos en Liubliana, la capital de Eslovenia, en diciembre de 2022, el propio autócrata de Moscú se interesara personalmente por ellos.El primer registro que tiene la Argentina de Artiom Dultsev se remonta al 19 de octubre de 2009. En ese entonces tenía documentos austríacos y se hacía llamar Martin Hausmaninger. Ingresó y salió del país seis veces con ese nombre: vino desde Brasil y se fue; luego a Chile, Uruguay e Italia. Ya para esa época se mostraba en las travesías con una joven de apellido Mayer Muños, tanto en Río de Janeiro, en Cataratas del Iguazú (del lado brasileño) y cruzando a Uruguay vía Buquebús, como así también en Córdoba y Mendoza. Después, su rastro se perdió.
Desde ese momento, el señor Gisch empezó a tener actividades económicas de menor cuantía y, con documento, consiguió el alta de la AFIP, CUIT, primero con monotributo y luego, en condición de autónomo, con actividad principal en “servicios informáticos”. Esto fue en 2013 y tiempo después creó una empresa de tecnología, de nombre DSM & IT, una fachada para generar una actividad formal, mientras realizaba de manera periódica viajes al exterior. De acuerdo con los datos migratorios, entre 2012 y 2022 realizó 16 viajes, el último a Alemania, antes de ser detenido. También viajó a Brasil, Uruguay y Holanda.
El 17 de septiembre de 2012, un avión de Aeroméxico trajo a María Rosa Mayer Muños. En realidad, la que bajó en Ezeiza fue Anna Dultseva, pareja de Artiom Dultsev, alias Ludwig Gisch, con fecha de nacimiento improbable también en 1984 en Atenas, Grecia. Presentó un pasaporte de los Estados Unidos Mexicanos, llevaba el pelo recogido y en su foto aparecía levemente maquillada y con una mueca casi sonriente. A diferencia de su pareja, ella se naturalizó mediante el proceso normal, tras dos años de residencia legal: desde 2015 brindó para los papeles la calle O’Higgins como su vivienda.
Tres años después, cuando vinieron a instalarse de manera permanente, se declaró galerista de arte. Tenía cuentas en las redes Facebook e Instagram de su empresa, a la que denominó Art Gallery 5′14. Esa plataforma era la pantalla que le permitía crear una trayectoria de vida económica, que se construía con muestras y viajes de ida y vuelta. También tuvo cuenta en un banco privado de capitales españoles y en otro de capitales nacionales por donde tuvo un movimiento en 2022, el año de su arresto unos 1.000 dólares y 120 mil pesos.
Se había consumado el mismo guión de la famosísima serie The Americans.
En Argentina, el matrimonio Gish-Rosa Mayer/Dultsev-Dultseva y sus dos hijos vivieron como dos inmigrantes pacíficos. Sin llamar la atención de sus vecinos ni de los chicos que iban a la escuela. Ellos dos, que habían nacido en un famoso hospital comunitario del barrio porteño de Almagro, eran dos alumnos que compartían vida con sus compañeritos sin problemas. Sólo hablaban en español.Al hacerle un allanamiento encontraron en un escondite al menos 500 mil dólares en efectivo. Creen que ellos eran los proveedores de dinero a una red de espías mucho más grande y peligrosa que está actuando, en medio de la guerra de Putin contra la OTAN en varios países de Europa.
La fecha de la caída le da sentido a todo el recorrido previo de la pareja de espías. Es que en abril de ese año Eslovenia -que integra la Unión Europea y de la OTAN- expulsó a 33 rusos que trabajaban en la embajada del país en Liubliana, al igual que hicieron la mayoría de los países del continente. El último viaje que tiene registro en Argentina del matrimonio es marzo de ese año: habían ido a Alemania.Se dio un largo silencio, hasta que en julio se confirmó que Eslovenia condenó a Artiom Dultsev y Anna Dultseva a 1 año y siete meses de prisión -el mismo tiempo que habían estado presos desde la redada- ordenó la expulsión del país con sus hijos. Fueron enviados a Turquía donde se embarcaron para que el 1° de agosto pasado fueran recibidos en medio de un canje impactante de prisiones, por el hombre más poderoso de Rusia: Vladimir Putin.
Más allá de que la televisión rusa paraestatal mostró el caso de los espías como una emocionante experiencia de una pareja y sus hijos -que recién en el avión, cuando volvían a Moscú, se enteraron de que sus padres no eran quiénes creían ellos y todo el mundo conocido por ellos- lo cierto es que representó una vulneración de la legislación vigente y que puso en alerta a un sector importante del ambiente de la inteligencia y la seguridad.Es que no sólo hay temores en los dispositivos de seguridad e inteligencia de la Argentina por la presencia de casos como los que fueron recibidos por Putin en el aeropuerto de máxima seguridad de Moscú. “Esos agentes se usan para asistir en términos monetarios a los otros, a los que cometen otras acciones. En el mismo avión que llegaron el matrimonio y sus dos hijos había un agente que mató a un checheno”, recordó una de las fuentes consultadas para este informe. Una advertencia seria.