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9 de agosto de 2024

Concentración en un convento, capitán borrado y un error garrafal: los datos desconocidos de la medalla de plata de Argentina en Atlanta 96

El detrás de escena de la conquista de la primera medalla del fútbol en Juegos Olímpicos

>Si bien los recuerdos más felices de la selección argentina en Juegos Olímpicos se remontan a Atenas 2004 y Beijing 2008, la primera medalla que ganó el fútbol masculino fue en Atlanta 1996, de la mano de Daniel Passarella. Con la base del plantel que el Kaiser llevaría a la Copa del Mundo del 98, la Albiceleste desplegó buen fútbol a lo largo de la competición y llegó invicta a la final contra Nigeria, que de forma inexplicable se le escurrió de las manos. Al podio, pero con presea de plata.

Siempre adepto a las concentraciones exclusivas, privadas, alejadas de los curiosos, Daniel Passarella escogió como búnker un predio con canchas de alto nivel ubicado en Cullman, Alabama, que estaba próximo al estadio Legion Field en el que Argentina debutaría contra el país anfitrión. La particularidad del lugar era que era dirigido por monjes con los que incluso la delegación albiceleste llegó a interactuar diariamente, al igual que con los encargados de la seguridad, empleados y docentes.

Argentina solamente se trasladó desde Alabama hasta Washington para la segunda presentación frente al campeón europeo, Portugal, por la segunda jornada del Grupo A. Retornó, disputó el tercer compromiso por la zona contra Túnez y también se presentó en el Legion Field en el duelo de cuartos de final, en el que goleó 4-0 a España. Al cuerpo técnico el destino le dio la derecha cuando se produjo un atentado en el Parque Olímpico el mismo día en que el equipo nacional avanzó a semifinales: un hombre hizo detonar una bomba que causó la muerte de dos personas (una por el explosivo y otra de un infarto por el episodio). Allí las autoridades argentinas se aliviaron por haberse mantenido lejos de la muchedumbre en gran parte de la cita olímpica.

EL CAMINO A LA FINAL Y EL CAPITÁN BORRADO

Frente a más de 80 mil personas que colmaron una cancha que albergaría nueve partidos de fútbol (entre las ramas masculina y femenina) a lo largo de los Juegos Olímpicos, Argentina formó ante Estados Unidos con Bossio; Zanetti, Ayala, Sensini, Chamot; Simeone, Almeyda, Gustavo López; Ortega; Delgado y Crespo (entraron en el segundo tiempo Gallardo, el Piojo López y Paz). A pesar de haber comenzado con el pie izquierdo por el 1-0 de Claudio Reyna al minuto de juego, la Albiceleste dio vuelta la historia 3-1 con los tantos de Gustavo López, Crespo y Simeone.

Ya en los cuartos, Argentina fue un festival de fútbol frente a la España dirigida por Javier Clemente que tenía en sus filas a nombres como los de Aitor Karanka, Gaizka Mendieta, Raúl González y Fernando Morientes, y defendía el oro olímpico por su conquista en Barcelona 1992. Fue paliza 4-0 por los tantos (todos en el complemento) de Crespo -2-, Aranzábal en contra y el Piojo López.

Respecto al armado táctico, el técnico sostuvo en el arco a Cavallero, le dio la titularidad a Mauricio Pineda (por Chamot) y sorprendió con la inclusión de Christian Bassedas por Simeone, que era capitán. Según cuentan las crónicas de la época, el Cholo estaba atravesando una complicada situación personal que no lo mantenía enfocado al 100%, motivo por el cual el cuerpo técnico compuesto además por el Tolo Américo Rubén Gallego y Alejandro Sabella decidió mandarlo al banco de suplentes.

¿Qué pasó? Solamente tres futbolistas del total de 18 que estuvieron en los Juegos Atlanta 96 fueron recortados de “Daniel quedó preso de sus palabras y por eso no pudo llevar a Bassedas al Mundial”, reveló una fuente confiable que conoció pormenores de esta historia. Bassedas, subcampeón de la Copa Confederaciones 95, ganó la medalla de oro en los Panamericanos de Mar del Plata 95, se colgó la plateada en Atlanta 96 y formó parte de la lista de LA FINAL CONTRA NIGERIA, UN ERROR GARRAFAL Y LA MEDALLA DE PLATA

Es cierto, los africanos venían de dar el golpe en semifinales contra la Brasil dirigida por Mario Zagallo que contaba con nombres como Dida, Roberto Carlos, Bebeto, Rivaldo y Ronaldo. Las Súper Águilas habían dado vuelta un 3-1 en contra que duró hasta el minuto 78, lo empataron a los 90′ y lo ganaron con gol de oro del histórico Nwankwo Kanu. Para tomar dimensión de la proeza nigeriana, vale repasar que los brasileños se quedaron con la medalla de bronce al despachar 5-0 a Portugal. No obstante, Argentina llegaba como favorita a aquel sábado 3 de agosto de 1996 en el estadio Sanford de Atenas.

En el complemento, Ortega vendió un penal que el árbitro italiano Pierluigi Collina compró y Crespo (máximo artillero del certamen con 6 gritos) no falló desde los 12 pasos. Pero cuando Argentina se aferraba al oro olímpico, Kanu anticipó a Sensini, peinó una pelota a la salida de un lateral largo que fue dirigido al área y Daniel Amokachi, tras la pifia de un compañero, ensayó un remate fortuito que dejó descolocado al arquero argentino.

La historia se conducía al tiempo suplementario, pero Zanetti bajó a un rival en el andarivel derecho y generó una infracción al último minuto. Casi con naturalidad, los defensores argentinos tiraron el achique antes de la ejecución en un intento de dejar en offside a los atacantes rivales, pero Sensini estaba demasiado retrasado en el área, demoró una fracción de segundo y permitió que Emmanuel Amunike otorgara el 3-2 al tanteador. El asistente Lencie Fred, con ojo de águila, acertó en su decisión y convalidó el tanto que subió a lo más alto del podio a los afriacanos.

Al ser cuestionado por la actuación del equipo, Passarella estalló en conferencia: “Veo que las preguntas vienen todas con una tendencia derrotista, parece que hubiéramos robado cuando en realidad ganar una medalla de plata no es fácil a este nivel. Argentina no tuvo temor, jugó un muy buen partido. Nos superó un rival que a lo mejor jugó mejor, depende del punto de vista, en un partido que fue abierto. No jugábamos contra un equipo cualquiera, ellos habían eliminado a Brasil y juegan muy bien”.

El Kaiser tuvo una reflexión final frente al periodismo crítico: “Hay muchos equipos que se prepararon más tiempo que nosotros y ustedes no tienen en cuenta eso. España, Portugal, Italia, Brasil... Brasil gastó 5 millones de dólares para preparar al equipo y quedó atrás de Argentina. Le ganamos al campeón de los Juegos Olímpicos (España) y al campeón de Europa (Portugal). ¿Si la medalla de plata en el fútbol es un fracaso? Depende cómo. Acá, no. Absolutamente. Porque compiten los mejores equipos y no está dicho que Argentina sea el mejor”.

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