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9 de agosto de 2024

Cuál es el trámite que quiere eliminar Sturzenegger que podría afectar la seguridad de autos y motos

El Ministro de Desregulación y Transformación del Estado habló del “Mal del CHAS” y dijo que el gobierno lo quiere eliminar. Se trata del proceso de homologación de autopartes de seguridad que se hace a través del INTI, y que certifica correcto funcionamiento. Varios sectores creen que sacarlo es un error porque podría generar muchos accidentes viales

>En las últimas horas, a raíz de varios comentarios que realizó en una entrevista con Radio Mitre, el Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, fue el epicentro de muchos temas relacionados con el mundo del automóvil en la Argentina. Desde la licencia de conducir sin vencimiento, pasando por la transformación digital de los Registros del Automotor, hasta la ampliación de la cantidad de piezas que se pueden recuperar de los autos dados de baja a través de los desarmaderos registrados.

Sturzenegger lo denominó como el “Mal del CHAS”, haciendo un juego de palabras con el Mal de Chagas, una enfermedad infecciosa típica de las zonas tropicales que se transmite a través de insectos. Pero el mal del CHAS no es una enfermedad sino, a decir del funcionario, una consecuencia indeseable de un sistema de control que se aplica sobre la homologación de autopartes para los automóviles y motocicletas.

“El CHAS es el certificado de homologación de autopartes. En un momento, se puso una ley por la cual para usar una autoparte en Argentina, tenés que homologarla. Es un proceso carísimo y casi imposible. Entonces lo que sucede es que no podés importar ninguna autoparte. Porque para hacerlo hay que pasar por este proceso casi Kafkiano. Como no hay autopartes, las que hay son más caras, y si son más caras, el seguro es más caro. Y si no hay autopartes también se incrementan los robos de autos. Por eso digo que es el ‘mal del CHAS’, porque mata gente”, señaló Sturzenegger.

Estas declaraciones generaron inmediatas reacciones en varios sectores. La Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC) emitió un comunicado en el que, como respuesta a los dichos de Sturzenegger, cree necesario hacer algunas aclaraciones.

“No es verdad que el CHAS alcance a todas las autopartes. El Certificado de Homologación de Autopartes de Seguridad (CHAS), como su nombre lo indica, es obligatorio solamente para todas las autopartes que se destinan al mercado de reposición. Está originado en la Ley Nacional de Tránsito Nº 24.449, que establece las condiciones de seguridad que deben cumplir tanto los vehículos que se fabriquen e importen para ser librados al tránsito público, así como las autopartes de seguridad. La Unión Europea y también Brasil tienen esquemas muy similares, tanto para autopartes como para vehículos”, dijeron.

También aclara su posición en relación con los accidentes con automóviles. “Con respecto a que los siniestros viales tienen como causa principal, casi única, al error humano y no a fallas en las piezas; efectivamente creemos que en gran parte es gracias a la vigencia del CHAS”, asegura la entidad que nuclea a los fabricantes nacionales de autopartes.

AFAC, además, dice que apoyan las iniciativas tendientes a desburocratizar y desregular la economía, destacando que “el propio sistema de CHAS sin dudas tiene oportunidades de mejora”, pero advierten respecto a “las implicancias sobre la sociedad que podrían tener la adquisición de vehículos y autopartes que no cumplan con las normas de seguridad activa y pasiva por no contar con un sistema de LCM (Licencia de Configuración de Modelo) o el CHAS”.

AFAC no está de acuerdo con esa calificación y explica que “no es una medida para-arancelaria, es decir una traba burocrática que complica el flujo del comercio, porque eso sería si fuera únicamente para las importaciones como ocurría con las SIRA el año pasado. El CHAS también se aplica para componentes de fabricación nacional, es para todos, por lo tanto no es un freno o traba para importaciones como dicen”.

Si bien no hubo respuesta oficial del INTI, una fuente cercana, con directa intervención en todos los procesos de homologación de autos y autopartes, dijo a Infobae que “existe la posibilidad de mejorar lo que hay. La idea de desregular es buena, pero en cuestiones que afectan la seguridad, no hay que sacar regulaciones sino ponerlas donde no están funcionando como debería. El CHAS es bueno. Si hay cero accidentes por fallas de componentes es justamente porque hay un control sobre elementos de seguridad. Sería grave que lo eliminen, especialmente por la seguridad en las motos, que es mucho más crítica. Si lo hacen, van a entrar piezas como neumáticos, por ejemplo, que no cumplen con los estándares de calidad y lo vamos a notar cuando se empiecen a producir accidentes por explosiones de cubiertas. Lo vamos a lamentar”.

Del otro lado, también hay inquietudes que se pueden considerar. “Hay autopartes que no tienen CHAS porque nadie las quiere pagar. Y se venden igualmente sin esa certificación”, afirmó un importador de autopartes que está a favor de la eliminación del CHAS. Además, agregó que “cada fabricante tiene normas industriales internacionales que cumplir para vender en sus países y para exportar, entonces el INTI actúa como un doble control, no es necesario”.

“Hay que evaluar otra situación. No todas las piezas que tienen CHAS deben destruirse para otorgar la habilitación. Hay muchas otras formas. Están las normas ISO en la industria para certificar que una pieza tiene calidad o no la tiene. Y por otro lado, hay muchas piezas que no tienen razón de ser que estén nomencladas como piezas de seguridad y tengan CHAS. Las puertas, por ejemplo, son la pieza que primero protege a un automovilista y no tiene CHAS, pero el techo sí. Hay varias incongruencias. Otra peor es la situación de los discos de frenos. No se pueden vender porque tienen CHAS, pero en el taller de la esquina de cualquier pueblo, te rectifican los discos con un tornito y nadie lo prohíbe”, dijo otro especialista que está cuestionando el actual funcionamiento del sistema.

Los técnicos de la Secretaría de Industria y Comercio también fueron consultados. Al respecto han contestado oficialmente que “el CHAS empezó siendo una medida de seguridad y terminó siendo una barrera para arancelaria muy fuerte, porque es un tramite burocrático extremadamente lento. Lo que se verifica es un papel fácilmente falsificable, no habia una homologación cierta, era burocracia y nada más. El caso emblemático es el de los discos de frenos que no está contemplado en el CHAS.

En Argentina subsiste un mercado informal de autopartes; hay todo tipo de repuestos que no tienen ningún tipo de homologación.

El articulo 5° de la Ley de Defensa del Consumidor establece los principios a los que los proveedores tienen que someterse garantizando la seguridad de los productos. La misma ley prevé multas y penalidades muy fuertes para la venta de todos los productos que no sean seguros para su funcion. En el caso de las autopartes, las exigencias de seguridad las dicta Seguridad Vial y Transporte, estableciendo los requisitos que deben tener. La diferencia es que el control no sera exante sino posterior. Ademas, la Ley de Defensa del Consumidor establece recall para productos defectuosos.

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