9 de agosto de 2024
Ucrania sorprende con una incursión de alto riesgo en Rusia
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La segunda batalla de Kursk está en pleno apogeo
Una fuente de inteligencia afirma que Ucrania se ha tranquilizado con los primeros éxitos de la operación, que, según afirma, ha paralizado a Rusia. Rusia está utilizando ahora a soldados de élite de forma peligrosa para frenar el avance, afirma. Ucrania, por otra parte, sólo avanza donde tiene sentido. “Los rusos están cometiendo errores muy estúpidos y todo se debe a su gestión corrupta desde arriba, que prioriza las buenas noticias sobre la verdad”. La incursión en Kursk, que sigue a los reveses en Kiev, la región de Kharkiv y Kherson, representa el “cuarto gran fracaso” de los generales rusos en la guerra mecanizada y de maniobras. “Ahora tenemos opciones y los rusos lo saben”.
Las incursiones transfronterizas anteriores estuvieron en su mayoría a cargo de la inteligencia militar ucraniana. En esta ocasión, la operación está más estrechamente asociada con el muy criticado nuevo comandante en jefe de Ucrania, Oleksandr Syrsky, y por primera vez se han sumado unidades del ejército regular a estas incursiones. Con tanto en juego, la carrera del general Syrsky bien podría depender de ello. Los informes de los hospitales ucranianos en primera línea sugieren que las cifras de víctimas ya están aumentando. La gente todavía puede preguntarse si fue prudente dedicar tantas tropas a la incursión mientras las líneas de frente críticas son escasas. La respuesta dependerá del éxito de la operación.Probablemente también esté en juego un objetivo estratégico más amplio. Un objetivo inmediato es la estación de transferencia de gas de Sudzha, el único punto de entrada operativo para el gas ruso en el gasoducto Progress hacia Europa. Pero no está claro de inmediato qué control podría aportar Ucrania a esa estación. Tanto Ucrania como Rusia tienen interés en que continúe funcionando sin interrupciones, dadas las tarifas de transmisión que se pagan a Ucrania y las dificultades financieras de la rusa Gazprom, que está luchando bajo el peso de las sanciones.
Un objetivo más factible podría ser la creación de una “zona de amortiguación” embarazosa en la frontera, similar a los intentos de Rusia de crear una en la cercana Kharkiv durante los últimos tres meses. Incluso podría convertirse en una moneda de cambio en alguna negociación futura. “Rusia estaba tratando de preparar una posición sólida”, dice la fuente de inteligencia, “pero ahora están jodidos porque no pueden proteger su propio territorio”. Cualquier nueva línea ucraniana en territorio ruso sería extremadamente difícil de mantener. Pero representaría una bofetada muy pública en la cara de Vladimir Putin. Y para una nación que anhelaba buenas noticias durante gran parte del año pasado, eso ya sería algo.
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