8 de agosto de 2024
La jefa del Comando Sur de Estados Unidos aseguró que la solución en Venezuela debe ser democrática y no militar
La generala Laura Richardson sostuvo que sólo se resolverá con transparencia publicando los resultados de los comicios
Ante esta situación, la postura de Estados Unidos fue clara: el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, reconoció el pasado 1 de agosto la victoria electoral del líder opositor y dio veracidad a los documentos presentados por la oposición.
“Con esos votos que se lograron, espero que haya un final democrático para esto y que se pueda resolver democráticamente. Creo que la transparencia en los votos (es) algo importante, como dijo nuestro secretario Blinken (y) muchos otros presidentes de la región”, remarcó Richardson.Desde la proclamación de los resultados, han sucedido protestas en Venezuela, con un aumento de la violencia y la inestabilidad, algo que podría elevar aún más el número de venezolanos que se ven obligados a abandonar el país, que ascienden ya a “casi 8 millones de personas”, recuerda Richardson, lo que supone “una crisis humanitaria muy grave”.
La general destaca también el impacto que tuvo la pandemia de la COVID-19 en el aumento de la pobreza en estos países, que están “todavía tratando de salir del agujero”, y ante esta situación “las organizaciones criminales transnacionales se han aprovechado”, diversificando su área de acción, “no se trata solo del tráfico de drogas, sino también del tráfico de personas, la minería ilegal, la tala ilegal, la pesca ilegal, los productos falsificados”.
En la lucha contra esas organizaciones criminales, explica, la “parte difícil” es “rastrear el dinero”, detectar cómo “se blanquea ese dinero, cómo se limpia y se devuelve al sistema”, y en eso cuenta con la colaboración de sus socios regionales como la propia Panamá, a los que apoyan “fortaleciendo sus capacidades”, con la formación de sus fuerzas de seguridad, además del aporte de equipamiento o el respaldo para mantenerlo.Además desde que el pasado 1 de julio comenzó la nueva Administración del presidente Mulino, se han tomado varias medidas para tratar de reducir ese flujo por el Darién, cruzado en lo que va de año por más de 216.000 migrantes, como cercar de manera progresiva con “barreras perimetrales” (vallas de alambre con púas) unos 4,7 kilómetros de la selva, que tiene 266 kilómetros de longitud, para crear un “corredor humanitario”.
Panamá también suscribió con el Ejecutivo estadounidense, el mismo día de la investidura, un acuerdo para devolver a través de vuelos a algunos de los migrantes que atraviesan el Darién.“Creo que fue el liderazgo que el nuevo presidente y su administración mostraron el día de la investidura, al firmar ese memorando, (...) que envía un mensaje muy claro de que va a ayudar a solucionar este problema. Y por eso estoy realmente entusiasmada”, aseguró.
Entre los grupos de migrantes que tratan de entrar de manera irregular a Estados Unidos, otro de los mayoritarios es el de haitianos, que huyen de un país donde solo en el primer semestre del año casi 3.900 personas resultaron muertas o heridas por la violencia de las bandas armadas, según datos de la ONU.La general Richardson cree que con el despliegue de esa fuerza multinacional en apoyo a la policía nacional, que hasta ahora se había mantenido “firme” y “aguantado” los ataques de las bandas, “Haití tiene otra oportunidad” para salir de esa situación crítica que atraviesa.
Sin embargo, cerró la posibilidad de que se unan tropas estadounidenses a esa misión multinacional.Pero, la general Richardson, quizá, ya no verá al frente del Comando Sur la resolución de la crisis haitiana, al estar previsto que se retire el próximo mes de octubre, si se confirma su reemplazo.