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8 de agosto de 2024

La jefa del Comando Sur de Estados Unidos aseguró que la solución en Venezuela debe ser democrática y no militar

La generala Laura Richardson sostuvo que sólo se resolverá con transparencia publicando los resultados de los comicios

>La jefa del Comando Sur de Estados Unidos, la general “Me gustaría volver a lo que otros han dicho. Algunos de nuestros líderes del Congreso han dicho que no necesitamos recurrir a una solución militar para nada de esto. Esto es muy simple: democráticamente publicar los resultados de la votación y mostrar la voluntad del pueblo”, afirmó la general Richardson a la agencia EFE en Panamá, donde esta semana mantuvo encuentros con varias autoridades, entre ellas el presidente panameño, José Raúl Mulino.

Como jefa del Comando Sur desde 2021, la general Richardson se ocupa, al frente de un comando de más de 1.200 militares y civiles, de proporcionar planes de contingencia, operaciones y cooperación en materia de seguridad en un área que cubre 31 países de América Latina y el Caribe, incluido Venezuela.

Ante esta situación, la postura de Estados Unidos fue clara: el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, reconoció el pasado 1 de agosto la victoria electoral del líder opositor y dio veracidad a los documentos presentados por la oposición.

“Con esos votos que se lograron, espero que haya un final democrático para esto y que se pueda resolver democráticamente. Creo que la transparencia en los votos (es) algo importante, como dijo nuestro secretario Blinken (y) muchos otros presidentes de la región”, remarcó Richardson.

Desde la proclamación de los resultados, han sucedido protestas en Venezuela, con un aumento de la violencia y la inestabilidad, algo que podría elevar aún más el número de venezolanos que se ven obligados a abandonar el país, que ascienden ya a “casi 8 millones de personas”, recuerda Richardson, lo que supone “una crisis humanitaria muy grave”.

La general destaca también el impacto que tuvo la pandemia de la COVID-19 en el aumento de la pobreza en estos países, que están “todavía tratando de salir del agujero”, y ante esta situación “las organizaciones criminales transnacionales se han aprovechado”, diversificando su área de acción, “no se trata solo del tráfico de drogas, sino también del tráfico de personas, la minería ilegal, la tala ilegal, la pesca ilegal, los productos falsificados”.

En la lucha contra esas organizaciones criminales, explica, la “parte difícil” es “rastrear el dinero”, detectar cómo “se blanquea ese dinero, cómo se limpia y se devuelve al sistema”, y en eso cuenta con la colaboración de sus socios regionales como la propia Panamá, a los que apoyan “fortaleciendo sus capacidades”, con la formación de sus fuerzas de seguridad, además del aporte de equipamiento o el respaldo para mantenerlo.

Además desde que el pasado 1 de julio comenzó la nueva Administración del presidente Mulino, se han tomado varias medidas para tratar de reducir ese flujo por el Darién, cruzado en lo que va de año por más de 216.000 migrantes, como cercar de manera progresiva con “barreras perimetrales” (vallas de alambre con púas) unos 4,7 kilómetros de la selva, que tiene 266 kilómetros de longitud, para crear un “corredor humanitario”.

Panamá también suscribió con el Ejecutivo estadounidense, el mismo día de la investidura, un acuerdo para devolver a través de vuelos a algunos de los migrantes que atraviesan el Darién.

“Creo que fue el liderazgo que el nuevo presidente y su administración mostraron el día de la investidura, al firmar ese memorando, (...) que envía un mensaje muy claro de que va a ayudar a solucionar este problema. Y por eso estoy realmente entusiasmada”, aseguró.

Entre los grupos de migrantes que tratan de entrar de manera irregular a Estados Unidos, otro de los mayoritarios es el de haitianos, que huyen de un país donde solo en el primer semestre del año casi 3.900 personas resultaron muertas o heridas por la violencia de las bandas armadas, según datos de la ONU.

La general Richardson cree que con el despliegue de esa fuerza multinacional en apoyo a la policía nacional, que hasta ahora se había mantenido “firme” y “aguantado” los ataques de las bandas, “Haití tiene otra oportunidad” para salir de esa situación crítica que atraviesa.

Sin embargo, cerró la posibilidad de que se unan tropas estadounidenses a esa misión multinacional.

Pero, la general Richardson, quizá, ya no verá al frente del Comando Sur la resolución de la crisis haitiana, al estar previsto que se retire el próximo mes de octubre, si se confirma su reemplazo.

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