4 de agosto de 2024
Avances en la “papa inteligente”: optimización del uso del agua para una agricultura sostenible
Introducen una papa mejorada genéticamente para maximizar el rendimiento con menor demanda hídrica
El sudeste de Buenos Aires es una de las principales regiones productoras del país, responsable del 43% de la papa consumida a nivel nacional. En 2024, la superficie sembrada en esta región ha crecido un 6.2%, alcanzando 34,815 hectáreas. Este incremento refleja la importancia y la demanda creciente de esta hortaliza, cuyo consumo anual por habitante se sitúa en torno a los 53-54 kilos.
La necesidad de desarrollar cultivos que hagan un uso eficiente del agua es más urgente que nunca. Sergio Feingold, coordinador del programa de Biotecnología del INTA y especialista en edición génica, enfatiza la importancia de este enfoque para la sostenibilidad agrícola futura. La investigación del INTA Balcarce se centra en la edición génica para desactivar sensores en las plantas que detectan la disponibilidad de agua en el suelo. Esto permite que las plantas sigan creciendo incluso cuando el agua es limitada.El equipo del INTA Balcarce ha trabajado con la variedad Spunta, la más comúnmente cultivada para el consumo en fresco en Argentina. Utilizando técnicas avanzadas de edición génica, han inactivado un gen clave en el mecanismo de sensado de agua. Como resultado, las plantas modificadas pueden continuar creciendo incluso cuando la disponibilidad de agua cae por debajo del umbral crítico del 50%.
El equipo del INTA Balcarce tiene grandes expectativas para estos ensayos a campo. Si los resultados reflejan lo observado en los ensayos controlados, las plantas mejoradas no solo mantendrán niveles de producción iguales o superiores en condiciones de buena disponibilidad de agua, sino que también superarán en rendimiento a las variedades convencionales bajo condiciones limitadas de agua.
Este desarrollo no solo tiene el potencial de revolucionar la producción de papa en Argentina, sino que también representa un paso significativo hacia una agricultura más sostenible y resiliente. La capacidad de cultivar papas que optimicen el uso del agua puede aliviar la presión sobre los recursos hídricos, beneficiando tanto a los agricultores como al ambiente.Fuente: Inta