30 de julio de 2024
Para aprovechar la caída de los dólares financieros, los inversores se vuelcan a los bonos en pesos
Las Lecap fueron las favoritas y ayer mostraron fuertes subas de precios y consiguiente baja de tasas. El mercado empieza a “comprar” la postura de Caputo sobre el significado de la política de emisión cero para la inflación y la debilidad del tipo de cambio
En cambio, hay menos interés del mercado por los Boncer, es decir bonos que ajustan su cotización de acuerdo a la inflación. Ayer sufrieron fuertemente las cotizaciones de estos títulos, con caídas que superaron el 2%.
Ayer fue una jornada de significativas caídas adicionales en todos los dólares financieros. La nota la dieron el MEP y el contado con liquidación, que cerraron debajo de los $ 1.300. El dólar libre también perdió $ 20 y cerró a $ 1.415.
Los dólares financieros ya acumulan una caída superior al 10% desde los máximos que habían tocado en el arranque de julio. En el caso del dólar libre la reducción fue bastante menor, pero es posible que esa diferencia se termine achicando o incluso desapareciendo.
La caída de los dólares financieros, sin embargo, no fue gratuito. El economista Fernando Marull estimó que el Central ya lleva vendidos unos USD 280 millones de sus reservas en el CCL en lo que va de julio, es decir interviniendo en los mercados financieros.Ayer, sin embargo, el Central sí terminó con un fuerte saldo vendedor en el mercado oficial que llegó a los USD 124 millones y las reservas brutas cayeron USD 175 millones.
Con lo sucedido ayer, el saldo de la intervención en lo que va del mes se volvió negativo en USD 88 millones, con lo cual julio podría transformarse en el segundo mes consecutivo en rojo.Eso implica una menor oferta de divisas, al tiempo que se va normalizando la compra de dólares por parte de los importadores. En este escenario, es casi imposible que el Central pueda acumular dólares, al menos por el lado del superávit comercial.
Sin embargo, el foco ahora está puesto en seguir bajando los dólares financieros y a partir de eso apurar el proceso de reducción de la inflación. La puesta en marcha de la “fase 2″, que cerró totalmente las canillas de emisión monetaria procura acelerar ese proceso de desinflación y al mismo tiempo apurar la salida del cepo cambiario.