29 de julio de 2024
Quiénes son los 8 candidatos que le hacen el juego a Maduro en busca de dividir el voto opositor
Aunque los principales partidos opositores respaldan la candidatura de Edmundo González Urrutia, el tarjetón electoral que verán los votantes venezolanos en la pantallas incluirá 13 listas que respaldan a Nicolás Maduro y otros ocho candidatos “independientes”. Todos tienen vínculos históricos con el chavismo
Los días previos a la fecha límite para inscribirse a los comicios, la PUD denunció que las tarjetas con las que contaba para participar estaban bloqueadas. La alianza acusó al Consejo Nacional Electoral (CNE) de impedir el acceso al sistema de registros para inscribir a su representante.
A último momento, la PUD logró sumar al diplomático de carrera Edmundo González Urrutia, quien se posiciona como el favorito para, en el caso de que el resultados de los comicios no sean manipulados, terminar con más de 20 años de chavismo. En su cierre de campaña, González estuvo acompañado por Machado, quien expresó: “Estamos listos para votar, ganar y celebrar”. El candidato, por su parte, llamó a votar por el “regreso de la patria”.La lista de la PUD se enfrenta no solo a las 13 veces que aparece Maduro en el tarjetón, sino también a otros candidatos. De los once que se inscribieron a finales de marzo, solo ocho llegan a competir en las elecciones. Algunos tienen una larga historia de cercanía al chavismo, pero también hay un comediante y un pastor evangélico.Martínez es diputado ante la Asamblea Nacional por el partido social demócrata Acción Democrática (AD), fuerza política con seria divisiones internas y señalada por tener vínculos con la dictadura de Nicolás Maduro. En 2020, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) emitió un fallo en el que le cedió la titularidad del partido a Bernabé Gutiérrez, aliado del régimen, quien permanece como secretario general hasta el día de hoy.Una vez que se conoció la candidatura presidencial de Martínez, fue respaldada por el titular de AD, quien llamó a trabajar con “organización y disciplina” para obtener el “triunfo electoral”. Semanas después de su oficialización, recibió el apoyo de Juan Carlos Alvarado, candidato y titular de COPEI; y de Luis Ratti, precandidato independiente, quienes declinaron sus candidaturas para sumarse al equipo de Martínez.
Pasó de ser uno de los integrantes del movimiento estudiantil, que enfrentó a Hugo Chávez en una épica contienda en 2007, a uno de los políticos beneficiados por el Tribunal Supremo de Justicia controlado por el chavismo. La Corte levantó en enero de este año la inhabilitación que le impedía competir en elecciones para cargos públicos, la misma que fue ratificada contra María Corina.
El dirigente se inscribió con su partido Arepa, aunque se identifica como militante de Voluntad Popular, formación que lo excluyó por ser considerado un “mandadero” del Gobierno.Por esto, pasó cuatro años y medio en prisión. En síntesis, se le adjudicó “permitir” que se realizaran protestas antigubernamentales con barricadas que se originaron en la ciudad y luego se expandieron a otros puntos del país. Las manifestaciones fueron reprimidas en toda Venezuela y dejaron un saldo de 43 muertos y cientos de heridos. En ese momento, era considerado un dirigente opositor radical.
El ex alcalde fue el segundo candidato en inscribirse para las elecciones y, en su cierre de campaña, llamó a poner “fin a la polarización” y convocó a la ciudadanía a votar por el futuro de Venezuela.Pese a ser una persona más cercana a la educación, el dirigente opositor, que se presenta como antichavista, también tiene antecedentes en la función pública.Cinco años después, su nombre tomó más trascendencia a nivel nacional al postularse en las elecciones ante la Asamblea Nacional, siendo el candidato de las organizaciones educativas, en donde perdió contra su rival oficialista.
Luego, comienza una seguidilla de candidaturas declinadas en su carrera política. En 2013 intentó llegar a la alcaldía de Caracas de la mano de Proyecto Venezuela, pero retiró su postulación para evitar la derrota. Al año siguiente, se unió al Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI), fuerza con la que llegó a aspirar nuevamente al cargo de diputado. En ese momento, lo acusaron de “bigamia política” por ser dirigente de Alianza del Lápiz y a la vez del partido verde, por lo que dio marcha atrás con sus aspiraciones a la Asamblea Nacional.Durante su campaña, Ecarri intentó convocar a los votantes chavistas desencantados con Maduro para evitar que ese porcentaje apoye a Edmundo González Urrutia, dividiendo aún más los votos y siendo funcional al régimen. “No tienen por qué votar algo que no les gusta”, sostuvo al final de su campaña.
A diferencia de los candidatos anteriores, Rausseo no tiene experiencia en la gestión pública. Es comediante y conocido por su personaje “Er Conde del Guácharo”, una caracterización de hombre del oriente venezolano que de forma ordinaria y con mucha acidez describe situaciones cotidianas. Se hizo famoso en los años 90, cuando ese tipo de humor, hoy demodé, era popular en la sociedad venezolano.Pese a su perfil empresarial ya tuvo varios intentos de llegar a un cargo público. En 2006 fue candidato presidencial, pero se retiró al poco tiempo de formalizar su candidatura. Dos años después, lanzó su carrera para llegar a la gobernación de Anzoátegui, comicios en los que salió en tercer lugar.
“Un candidato que es del gobierno para dividir espera que haga sus primarias la oposición y me meto por mi lado”, sostuvo al ser consultado sobre si era funcional al régimen. Días antes de los comicios, con una campaña hecha, invitó a los votantes a no votar por la oposición mayoritaria y “pasar página”.
Esta no es la primera vez que Bertucci es candidato en las elecciones presidenciales, puesto que ya se presentó por el partido El Cambio en 2018, fuerza con la que llega nuevamente a presentarse en la contienda electoral.En 2010 estuvo bajo arresto domiciliario luego de ser acusado de contrabandear 5 mil toneladas métricas de diésel en un buque hacia República Dominicana mediante la empresa Tecnopetrol. A su vez, estuvo involucrado en la filtración de los documentos de Panama Papers.
Otro de los candidatos que tienen fuertes vinculaciones con el chavismo es Brito. A lo largo de su carrera política, ocupó varios cargos públicos. Entre ellos, fue concejal en el Municipio de Simón Rodríguez en el período de 2005-2008. Luego, se postuló como alcalde con el apoyo de la Mesa de Unidad Democrática, aunque no contó con los votos suficientes.Brito, además, fue acusado como uno de los implicados en los presuntos hechos de corrupción que buscaban limpiar la imagen de los empresarios colombianos vinculados a Maduro.
Dentro de la carrera presidencial de este 2024 es el candidato con mayor experiencia –aunque con pocos éxitos– en la vida política venezolana. Llegó a ser parte del Gabinete del Poder Ejecutivo entre 1984 y 1989, bajo la presidencia de Jaime Lusinchi (del partido Acción Democrática). En ese momento, se desempeñó como viceministro de Juventud.
Al poco tiempo, fue detenido y pasó 40 días en prisión acusado de haber malversado fondos de la obra pública durante su gestión como alcalde. Sin embargo, fue sobreseído.
Volvió a apostar por la presidencia en 1998 de manera independiente, de la mano de la plataforma Renovación, puesto que había sido expulsado de Acción Democrática. En esta oportunidad, declinó su postulación.En ese año intentó ganar las elecciones a la Alcaldía Metropolitana de Caracas, carrera en la que no obtuvo resultados positivos. Más de diez años después, se presentó nuevamente a las elecciones presidenciales como independiente y ahora suma su sexta postulación para los comicios de este domingo.
El ex rector electoral sorprendió a algunos miembros del antichavismo con su jugada y se postuló por el partido Centrados, siendo esta su primera contienda electoral por la Presidencia. Ingresó a la política de joven y entre los años 2000 y 2005 ocupó una banca en la Asamblea Nacional, formando parte de la oposición al gobierno de Hugo Chávez.Márquez continuó en su bancada y luego de un acuerdo con el partido que ahora forma parte de la PUD fue elegido como vicepresidente de la Asamblea Nacional. En 2018 fue suspendido del partido UNT por apoyar las elecciones presidenciales convocadas para ese año.
En su cierre de campaña, Márquez sostuvo que “solo la abstención podría hacer que Maduro continúe en el poder”. Al igual que Martínez, expresó su “confianza” en el para nada transparente sistema electoral del régimen, que en más de una oportunidad demostró que puede ser manipulado e influenciado por el chavismo.