26 de julio de 2024
Los trucos de Maduro para disimular la escasa concurrencia a sus actos
En el tramo final de la campaña del dictador, su equipo había prometido superar la asistencia lograda por Hugo Chávez en 2012 en Valencia. Sin embargo, la realidad distó de sus aspiraciones
En primer lugar, de acuerdo al análisis de Castro, la tarima para el evento se colocó a solo 400 metros de la avenida Aranzazu, en lugar de uno de los extremos, lo que generó especulaciones sobre la capacidad de convocatoria del evento. Es decir, los cálculos de autobuses dispuestos para trasladar a la gente desde distintas partes del estado Carabobo no eran suficientes para llenar toda la longitud de la Enrique Tejera. Castro fundamentó su análisis con unos videos reveladores.
“Por lo tanto le quitaron 400 m para llenar el resto”, escribió Castro.En segundo lugar, antes de la llegada de Maduro, Lacava notó que la avenida estaba vacía. Por eso, comenzó a dirigir a la multitud para que los camarógrafos pudieran crear la ilusión de una gran presencia de público.Además, a pesar de contar con un dron de alta tecnología, las tomas aéreas se limitaron a 50 metros sobre la multitud, posiblemente para ocultar las áreas vacías.Maduro, quien se jacta de haber llegado a más de 250 ciudades durante su gira electoral, intenta proyectar una imagen de fuerza en sus presentaciones. Las acompaña de una avalancha de propaganda en medios tradicionales como la TV, la radio y las redes sociales, en las que se presenta como un “gallo pinto”, de los que se usan en las sangrientas peleas de gallos, y tilda de “débil” al opositor Edmundo González Urrutia.
En el acto del miércoles, Maduro apeló a su condición de “heredero” del fallecido líder socialista Hugo Chávez, cuando las encuestas le dan la espalda en su búsqueda de un tercer período que lo proyectaría a 18 años en el poder.
Maduro, de 61 años, cierra este jueves su campaña con una marcha que comenzará en la mañana en importantes barriadas de Caracas y acabará en la emblemática avenida Bolívar, en el centro. Antes, tiene previsto un acto en la petrolera Maracaibo (oeste), muy golpeada por la crisis.La figura de Maduro, habitual en el paisaje cotidiano, se multiplicó en busca de un tercer mandato que lo proyectaría a 18 años en el poder: aparece en televisión, radio, vallas, murales, peajes, ambulancias, propaganda en YouTube e innumerables videos en plataformas como Tiktok. Incluso una película sobre su vida se estrenó en un emblemático teatro caraqueño, a la vez que se presentaba un libro biográfico. Y mientras afiches de Maduro tapizan calles y avenidas en Caracas, la imagen de González Urrutia parece vetada.“Hay una saturación que le permite sobrevivir en la mente de la gente, sobre todo haciendo gala de que es el heredero” de Chávez, dijo a la AFP León Hernández, miembro del Instituto de Investigación de Información y Comunicación de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). “Chávez sigue rondando en el imaginario colectivo”.
El gobierno también recurre a un bombardeo incesante de propaganda en la televisión estatal y plataformas como Youtube, campañas de desinformación y vallas alusivas a la oposición, centradas en ataques, responsabilizando a sus dirigentes por las sanciones de Washington contra Venezuela.