24 de julio de 2024
Una reconstrucción facial reveló cómo era el verdadero rostro de Tutankamón
Científicos de Australia, Italia y Brasil realizaron el estudio mediante técnicas digitales de última generación, proporcionando una visión sin precedentes de su aspecto después de 4000 años
Científicos de Australia, Italia y Brasil utilizaron tomografías computarizadas para recrear digitalmente el rostro de Tutankamón. Este proyecto, que ha sido publicado en la revista Italian Journal of Anatomy and Embryology, incluyó la colaboración del conocido diseñador brasileño Cícero Moraes. “Tutankamón es de interés no solo por su tesoro funerario de fama mundial, sino porque gobernó durante una década en una fase importante de la historia egipcia”, explica Michael Habicht, investigador de la Universidad australiana de Flinders.
“Mirándolo, vemos más a un joven estudiante que a un político lleno de responsabilidades, lo que hace que la figura histórica sea aún más interesante”, comentó Cícero Moraes en un comunicado citado por NatGeo.
La fascinación por Tutankamón no solo se debe a los tesoros encontrados en su tumba, sino también a las numerosas reconstrucciones faciales realizadas a lo largo de los años. En 1983, la artista forense Betty Pat Gatliff utilizó un cráneo de yeso moldeado a partir de radiografías para reconstruir la cara del faraón. Posteriormente, en 2005, el arqueólogo Zahi Hawass presentó tres revisiones distintas del rostro de Tutankamón. La última aproximación digital se asemeja notablemente a una escultura del faraón de niño, desenterrada en su tumba.Los detalles revelados por estos estudios también han arrojado luz sobre las posibles condiciones de salud que afectaron a Tutankamón. Un estudio de ADN realizado en 2010 concluyó que el faraón padecía malaria y la enfermedad de Köhler, una necrosis que afecta el hueso escafoides del pie. “Se regresó, por ejemplo, al culto a los antiguos dioses después de que el camino por el que apostó Akhenatón fracasara y sumiera la tierra del Nilo en el caos”, dijo Michael Habicht a NatGeo.La reconstrucción digital no solo intentó ser precisa desde un punto de vista anatómico, sino también cultural. Se crearon dos versiones faciales de Tutankamón; una imagen objetiva en escala de grises con los ojos cerrados y otra coloreada que lo muestra con la cabeza rapada y con delineador de ojos, tal como era la moda en esa época. “La sombra de ojos típica de la época se añadió para ofrecer una visión más completa”, explicó uno de los investigadores. La complejidad y precisión de estas representaciones ofrecen una visión sin precedentes del faraón y resaltan aspectos culturales del antiguo Egipto.