17 de julio de 2024
Esta Selección es un equipo de época
El equipo se transformó en una máquina de dar vueltas olímpicas, ya sea con Messi en el mejor Mundial de su vida o afuera de la cancha lesionado
No es fácil ser campeón del mundo. No es tampoco un camino sencillo ser campeón de América. Brasil 2019 fue la piedra fundacional del grupo. No se ganó, no se logró un alto nivel de juego, aunque sirvió para respaldar al nuevo plantel y al entrenador. La foto de Messi, Scaloni y el presidente Tapia puede tener aún más valor aún que la bendición cuando se dio la vuelta olímpica dos años después. Esa Copa América del 2021 es un capítulo fundamental en esta hermosa película que ojalá nunca termine. Se venía de 28 años sin ganar, desde la época de Coco Basile DT y Ruggeri capitán. Esa abstinencia hizo que tuviera valor de Mundial. Aunque fue aún más determinante para Messi, Di María, Otamendi y el Kun. Ellos por fin pudieron romper la pared, destruir el mote injusto de perdedores, pasar por fin a ser simpáticos. Dejaron de ser el feo Club de Amigos para ser la querida Bandita. Después de las finales de 2014, 2015 y 2016, eran la Selección con más presión del mundo. El click de esa Copa la convirtió en la Selección con más confianza del mundo. Antes sabía que algo iba a pasar e iban a salir tristes en la última foto. Un partido que se perdía aunque se jugó mejor (Alemania); un penal que no te daban (Neuer a Pipita); una jugada que tenía que terminar en gol (ataque Messi, Lavezzi, Higuaín en Chile); una final en la que eras mejor y después renunciaba el capitán (Messi en Estados Unidos). Al ganar, ya con un recambio generacional, les sacaron la sábana a los fantasmas. Se valoraron aquellas noches tristes. Por eso fue icónica la foto de anoche con Messi levantando la Copa con Di María y Otamendi. Como tantas veces dijeron ellos, el festejo fue también para los que no pudieron ganar. Aunque hoy muchos prefieren olvidarlos, Leo siempre recuerda a Mascherano, Higuaín, Agüero, Chiquito Romero, Biglia, Lavezzi, Rodrigo Palacio, Sabella... Es tan agradecido este grupo que apenas salieron campeones llevaron en andas a Marito De Stéfano, el noble utilero que tantas lágrimas les secó.