24 de junio de 2024
El DT de Canadá tuvo una queja inesperada por la demora de Argentina en el entretiempo y justificó su enojo: “Estaban analizando cómo jugar contra nosotros”
Jesse Marsch sacó a relucir un insólito enojo porque la Selección ingresó tarde a jugar el segundo tiempo y hasta pidió una multa. “Si hubiésemos sabido que teníamos diez minutos más, nos hubiésemos preparado mejor”, expresó
Su queja radica en que el primer tiempo concluyó a las 21:52 de la noche argentina, una hora antes en el estadio de Atlanta. A las 22:09, diecisiete minutos después, las imágenes de la televisión mostraban a los jugadores de Canadá posicionados en el campo de juego. Dos minutos después, los futbolistas del seleccionado argentino empezaron su recorrido por los anillos internos del estadio multideporte, una larga caminata que los comensales de los restaurantes del complejo pueden disfrutar gracias a paredes vidriadas. A las 22:13, el árbitro venezolano Jesús Valenzuela pitó el comienzo de la segunda mitad: el duelo iba por entonces cero a cero. Habían transcurrido veintiún minutos de entretiempo.
El reglamento de Conmebol, claro está, tiene artículos referidos a la demora en el ingreso de los equipos con referencia a posibles medidas disciplinarias pautadas que inician en advertencias, apercibimientos o multas. Es cierto que desde la organización podrían plantearle el tema a la Selección con alguna advertencia de no repetir esta demora, aunque seguramente desde el lado albiceleste podrán alegar la enorme demora para llegar desde la cancha hasta el vestuario del Mercedes-Benz Stadium y viceversa.
Además de enfatizar su descontento con la actitud del combinado argentino, el técnico estadounidense de cincuenta años criticó la actuación del árbitro. Y especificó su pesar en una jugada puntual: a los 70 minutos, Jacob Shaffelburg intentó gambetear a Lisandro Martínez en la puerta del área grande. El central argentino cruzó su pierna derecha y el adversario cayó. El contacto existió. Pero tanto el árbitro como luego el VAR desestimaron la infracción que reclamó todo el banco canadiense. “Hay que decir que fue falta. Después podemos definir si fue dentro o fuera del área, pero fue 100% una falta. El motivo por el que el árbitro no la cobró fue porque tenía miedo de que fuera un penal”, sentenció con una sonrisa en su rostro.
A su vez, también se mostró optimista por el rendimiento de su equipo a pesar de la derrota: dijo que jugaron mejor de lo que esperaba pero que cometieron errores graves en faceta defensiva y que para ganar este clase de partidos hay que hacerlo de manera perfecta. “Creo que hicimos un buen partido, especialmente cuando pudimos ejecutar nuestro plan táctico. Se lo pusimos difícil a Argentina y pudimos convertir algunos goles; pudimos haber anotado primero”, valoró.
También habló de Lionel Messi y de qué tenía pensado para él en este debut del certamen continental: “Hablamos de ser compactos y de identificar espacios en los que a Messi le gusta aparecer. Hablamos de no meternos de cabeza porque es difícil ganarle en el mano a mano. He sido entrenador en contra suya muchas veces y él es muy bueno. Los dos goles que generó son de clase mundial”.