3 de junio de 2024
Aterrizaje de emergencia de Sánchez y semana de pánico en el PP: una explicación a los sucesos extraños que encienden las elecciones europeas
Feijóo quiere esconder a Sánchez y el Gobierno busca retrasar la aplicación de la amnistía que tanto le ha costado aprobar. Los partidos afilan la estrategia, en ocasiones contradictoria, a días de medirse de nuevo en las urnas
Ribera y Montserrat
Entretanto, Montserrat y Teresa Ribera hacen campaña con silenciador, siendo las protagonistas. Su resultado dependerá de lo agitado que esté el avispero nacional, de lo movilizado que esté el electorado en las elecciones que menos movilizan. Por esto las decisiones que parecen espasmódicas y contradictorias, pero son calculadas y puntuales. En las últimas, en 2019, un 60,70% salió de casa, un dato con trampa, ya que coincidieron con autonómicas y municipales. En 2014, libres de otros compromisos, la participación fue del 43,81%. Según el CIS, un 34,8% de los españoles está “poco o nada interesado” en lo del próximo domingo.
Hasta que llegue, seguirán ocurriendo cosas en apariencia extrañas, como que al PSOE le interese retrasar la aplicación de la amnistía que tanto le ha costado aprobar. Al PP, que la ocultó en las catalanas, elevarla. Y la supuesta corrupción, pero sin Sánchez, al que le conviene señalar pero no dar la palabra. O que no haya prisa por la investidura en Cataluña, paralizada por imposible hasta el día 10. Nadie quiere mostrar acercamiento a un oponente. O que los grandes asuntos en juego en las europeas estén enterrados en el debate en los únicos 15 días cada cinco años en los que se presenta la oportunidad de poner el foco en la Unión, sus instituciones y sus -nuestros- representantes.