El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, se reunió este martes en el enclave báltico ruso de Kaliningrado con el jefe de la agencia nuclear rusa Rosatom, Alexei Likhachev, para hablar de la situación de la central ucraniana de Zaporizhzhia, ocupada por las tropas rusas al comienzo de la invasión a Ucrania.

“Se trató de una evaluación respecto a las necesidades en materia de agua de la central, que se ve limitada con la llegada de verano boreal, y una cantidad de temas bastante técnicos pero que hacen a la seguridad esencial de la planta”, dijo Grossi en declaraciones a Infobae.

Grossi agregó que abordó con Likhachev la cuestión de la eventual puesta en marcha de uno o más reactores de la central, ahora apagados, un antiguo objetivo de Rusia en pos de utilizar la planta para suministrar energía a su territorio.

Dijo que recibió con “satisfacción” que la delegación rusa coincidió con la evaluación de la OIEA de que “no es prudente” reiniciar la planta en un momento en el cual hay combates activos en la región de Zaporizhzhia.

“Una central en funcionamiento tiene mucha más temperatura y de producirse algún tipo de ataque o de mal funcionamiento en los sistemas de seguridad de la misma, las consecuencias radiológicas de un posible accidente serían muchísimo más graves”, explicó el funcionario argentino.

“Estas reuniones periódicas son necesarias para evaluar la evolución y la situación en materia de seguridad en la central”, dijo Grossi, reconociendo una primavera “bastante complicada” en la central, con “ataques directos” que lo llevaron a advertir en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre el creciente riesgo de un accidente nuclear.

El director de la OIEA señaló que el encuentro con la delegación rusa incluyó, además de Rosatom, funcionarios de la Cancillería rusa, del regulador nuclear ruso, las Fuerzas Armadas y la Guardia Militar, la fuerza de seguridad desplegada por Moscú en la planta. Según informó la agencia TASS, el encuentro tuvo lugar en la sala VIP del aeropuerto local.

Por su parte, Rosatom señaló en un comunicado al término de la cita que “el principal tema de las consultas fue la seguridad de la central nuclear de Zaporizhzhia” .

Según la nota, Likhachev confirmó a Grossi la disposición de la parte rusa “de continuar trabajando activamente para garantizar el funcionamiento seguro” de la planta.

Mientras, el argentino dio su visión de la situación y “abordó otros aspectos de cooperación con Rusia”, agrega el comunicado. Ambas partes acordaron continuar sus contactos.

En los últimos dos años Grossi ha visitado Rusia en varias ocasiones para hablar de la seguridad de la planta nuclear ucraniana de Zaporizhzhia, ocupada por tropas rusas al inicio de la guerra.

La última visita del jefe del OIEA a este país tuvo lugar en marzo pasado, cuando Grossi se reunió con el presidente ruso, Vladimir Putin, en el balneario ruso de Sochi.

“Mantuve importantes conversaciones con el presidente Putin y le expresé mi opinión sobre la situación en la planta y pasos adicionales”, afirmó Grossi en aquella ocasión.

Agregó que también había debatido con el mandatario del Kremlin “otros aspectos sobre desarme nuclear”.

El OIEA mantiene su inquietud sobre la seguridad de la mayor planta nuclear del continente debido a los esporádicos ataques de los que es objeto desde el comienzo de la contienda.

La reunión con el representante ruso llega un día después que la OIEA advirtiera que Irán, uno de los aliado de Moscú en el conflicto en Ucrania, ha aumentado aún más sus reservas de uranio enriquecido a niveles cercanos a los de grado armamentístico.

En un informe confidencial, el OIEA también dijo que Teherán no ha reconsiderado la decisión de la agencia de septiembre de 2023 de prohibir a los inspectores nucleares más experimentados monitorear su programa nuclear, pero agregó que esperaba que Irán “lo hiciera en el contexto de las consultas en curso entre la Agencia e Irán”.

El OIEA añadió que las muertes del presidente y del ministro de Relaciones Exteriores de Irán en un accidente de helicóptero han provocado una pausa en las conversaciones del organismo de control nuclear de la ONU con Teherán sobre la mejora de la cooperación.

En su informe, el organismo indicó que Irán sugirió en una carta fechada el 21 de mayo que las discusiones relacionadas con la cooperación entre el OIEA e Irán “continuaran en Teherán ‘en una fecha apropiada que será acordada mutuamente’”.

El propio Grossi dijo recientemente que viajará a Teherán “con frecuencia” en los próximos meses.

Irán asegura que su programa nuclear tiene fines pacíficos, pero el jefe del OIEA ya ha advertido que Teherán cuenta con suficiente uranio enriquecido a niveles cercanos al grado de armas para fabricar “varias” bombas nucleares si así lo decide. Ha reconocido que la agencia no puede garantizar que ninguna de las centrifugadoras de Irán haya sido retirada para un enriquecimiento clandestino.

(Con información de EFE y AP)