22 de noviembre de 2024
El prestamista acusado del femicidio de Ferni Ayala quedó más complicado: pidieron perpetua por el crimen y sospechan que lavó dinero narco
El juicio por el asesinato está llegando a su fin. La fiscalía solicitó este miércoles la pena máxima y solo algunas horas después fuerzas federales irrumpieron en el Barrio 21-24 por una causa paralela en la que investigan a su círculo más cercano
Es que a través del los préstamos este presunto femicida había ganado un peso importante dentro del barrio. El negocio lo manejaba él, pero le delegaba tareas a familiares y personas de máxima confianza. Luego del crimen de Ferni Ayala, el financista se escapó a Paraguay y empezó a desmoronarse la estructura que había armado en los años previos.
Con su caída comenzaron a investigarlo también por su actividad económica. El Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial N° 16 ordenó en las últimas horas una serie de allanamientos que se concretaron anoche dentro del barrio Zavaleta, en domicilios que pertenecerían a familiares del financista.El juicio por el femicidio de Ferni Ayala continuará el miércoles 4 de diciembre. Restan los alegatos de la defensa, que argumentará que el prestamista no gatilló el arma que mató a la víctima. La explicación que dio el acusado es que ella le apuntó con la pistola -que desapareció de la escena del crimen y hasta ahora no fue hallada- luego de una discusión que habían tenido esa noche, y recién entonces él se abalanzó para sacársela.
El 18 de febrero de 2023 Rojas y Ayala habían ido al boliche “La Sirenita”, ubicado en el barrio porteño de Constitución. Fueron con dos hermanas de la víctima y otros amigos que se sumaron a la salida. Uno de ellos le hizo un comentario a Ferni sobre su estado emocional: “Vos sufriste mucho, espero que ahora estés bien”, le habría dicho.
La fiscalía cree que esa insinuación enfureció al prestamista, que se peleó primero con el hombre y luego con su novia. La última vez que vieron con vida a Ferni Ayala fue a la salida del club nocturno, mientras lloraba al lado del presunto femicida.Según la versión de Rojas Almada, al llegar a su casa del barrio Zavaleta se dejaron de hablar por algunos minutos. Él fue al baño y, cuando salió, Ferni Ayala estaba empuñando un arma que él escondía en su ropero, una pistola calibre 9 milímetros. “Me dijo que me iba a matar y después se iba a suicidar”, aseguró. Ahí se le abalanzó, forcejearon y ocurrió el desenlace fatal. La fiscalía y la querella no creen que eso haya pasado, y están convencidos de que él tomó la decisión de matarla.
El prestamista continuó hablando sobre lo que pasó después de la muerte de Ayala. Cuando vio que no había nada para hacer, se lavó la sangre del cuerpo y fue a la casa de su madre, siempre de acuerdo a su relato. Le contó lo que había pasado y reconoció que en ese momento tenía decidido suicidarse. “Pensá en tu hija”, lo consoló la mamá.