La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) marchó para reclamar al Gobierno por los despidos y en rechazo a la  apertura de las importaciones.   

“La UOM se manifestó en la calle porque estan preocupados por la pérdida de puestos de trabajo y quieren llamar la atención al Gobierno que con la libre importación no se soluciona el problema porque cada producto que entra es un puesto de trabajo menos”, sostuvo el secretario general del gremio, Antonio Caló.

El líder sindical denunció que en el sector ya se generaron  unos “9 mil despidos” y otros “15 mil suspendidos que tienen que volver en marzo” a trabajar y que desconocen “cuál va a ser su futuro”.

Caló completó su discurso al asegurar que "el sector metalmecánico fue el que más sufrió despidos”, al tiempo que insistió en que “primero” hay que “reactivar la industria, que se reactive el trabajo, y después” ver qué hacer “con estas cosas que el Gobierno dice que tienen que bajar de precio”.

“Los compañeros tienen temor a perder el trabajo y esto ya  lo vivimos en los  90, cuando la UOM se quedó con 50 mil  trabajadores, y cerraban las fábricas y decían  ya va a venir  otra , pero no venía nadie”, agregó.

Por otro lado, recordó que las paritarias se van a iniciar en marzo en el sector y aseguró que van a pedir aumentos en torno al “17, 18 por ciento”.

“Nosotros tenemos que recomponer lo que perdimos porque  nosotros firmamos 33 por ciento y la inflación no bajó del 40  por ciento, así que si ponen dentro del paquete el 6 por ciento  que perdimos, discutimos el 17, 18 por ciento”, señaló.

La movilización de este martes, que comenzó cerca de las 15:00, se dio en medio de una reunión que la UOM mantendrá con las autoridades del Ministerio de Trabajo.

Puntualmente, el gremio le reclamó a las autoridades nacionales una solución por los 183 despidos en la fábrica de  computadoras Banghó, en la localidad bonaerense de Florida,  luego de que fracasara la conciliación obligatoria dictada por  el Gobierno.

Triaca pidió discutir y trabajar "con madurez"

El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, reclamó a los sindicatos discutir y trabajar con “madurez” y “fuera de banderas políticas”, mientras el jefe de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Antonio Caló, alertó que el sector metalmecánico fue “el que más sufrió despidos”.

“Tenemos que seguir trabajando con los dirigentes sindicales y empresarios para ir encontrando las soluciones juntos, pero con madurez, fuera de banderas políticas y de lo que es el año electoral”, advirtió Triaca.

Por su parte uno de los miembros del triunvirato de conducción de la CGT Juan Carlos Schmid, enfatizó que “nadie se va a sentar a discutir sobre una limitación del 18%”, y destacó que desde la central obrera “queremos que la negociación sea absolutamente, sin piso ni techo, libre entre las partes”.

“Me parece que discutir la reforma de los convenios colectivos de trabajo es empezar por donde no están los problemas puntuales de la economía. Nosotros no hemos perdido competitividad por culpa de los convenios colectivos. El problema económico está en otra área del gobierno”, sostuvo Schmid a radio Cultura.

Triaca sostuvo que al Gobierno le preocupa que “haya un diagnóstico tan alejado de la realidad” por parte de algunos sindicatos, en referencia a los dichos Caló respecto de que hubo “9 mil despidos y 15 mil suspensiones” en su sector.

El funcionario destacó que “el Gobierno siempre tiene la predisposición del diálogo con todos los sectores” y que sigue trabajando “para mejorar la situación del trabajo”.

Puntualmente, admitió que la quita de los aranceles de importación para las computadoras “afectó a algunos sectores”, pero resaltó que el plan de transformación puesto en marcha “va a subsanar parte de los impactos de estas decisiones”.

“El caso de las computadoras es emblemático, porque en la Argentina se venden de dos a tres veces más caras que en otros países”, dijo y agregó: “Es esencial para la educación y la producción, y por eso se ha tomado la decisión de bajar los aranceles”.